“Cuestiónate a ti mismo”
Partiendo de que la crítica y la criticidad más profundas radican en cuestionar nuestras propias certezas, comenzó su intervención el Dr.C. Juan Guillermo Figueroa, de México, filósofo mexicano que dictó la conferencia magistral Algunos compromisos éticos y políticos asociados al trabajo de investigación social, durante el 7mo Congreso de Educación, Orientación y Terapia Sexual, finalizado este viernes en el Palacio de las Convenciones de La Habana.
“Haré una reflexión distinta a la mayor parte de las intervenciones. Yo no soy sexólogo ni especialista sexual, soy un filósofo que trae a este evento su punto de vista acerca del trabajo de investigación y el abordaje que se la desde el punto de vista académico”, expresó Figueroa, quien propuso varias ideas fundamentales para sustentar su tesis.
En primer lugar preguntó “para qué nos preparamos en los diferentes campos académicos” y explicó que “en muchas universidades las personas obtienen un título académico y son invitados a una promesa del uso del conocimiento. Prometen usar el conocimiento para el bien de la sociedad, pero casi nunca se comprueba ni se constata. Una de las cosas que he aprendido en Cuba es que el servicio social se instauró para que todos los graduados compartan lo aprendido y aporten a la sociedad, algo que no queda claro en otros países porque no se monitorea”.
En segunda instancia abordó qué tan crítico es realmente nuestro enfoque de investigación, incitando a reflexionar sobre la posible omisión de los compromisos investigativos.
“¿Cómo se estudia para poder afirmar que estamos investigando? La investigación es un proceso ordenado, sistemático y crítico a través del que se busca obtener conocimiento. La verdadera crítica y criticidad es cuestionar nuestras propias certezas, lo que implica matizar el propio conocimiento. Si fuera objeto yo sería objetivo, pero como soy sujeto, solo me queda ser subjetivo. Uno es crítico cuando es capaz de tomar conciencia de su propia subjetividad.
“El conocimiento científico es el más honesto de los conocimientos porque siempre se está cuestionando a sí mismo. La ciencia no tiene dogmas. Pero en la mayoría de los países se evalúa a los investigadores, no por la calidad de la investigación, sino por la cantidad de publicaciones”, dijo.
Después ahondó en qué tanto la comunidad académica y los académicos están cayendo en omisión. “¿Cuáles son los compromisos de las comunidades académicas? ¿Por qué se cuestiona la cantidad de investigaciones publicadas y no cómo la investigación se devuelve a la sociedad para empoderar? Socialicemos la información y conozcamos a quien la socializamos. Lo que sucede es que hay una obsesión por publicar información y no por empoderar, compartir y aportar. ¿Por qué entonces no cuestionamos los compromisos de la comunidades académicas?”, analizó.
Posteriormente provocó al auditorio al preguntar qué tan entrenado estamos para la criticidad. “Las ideas son los conocimientos que tenemos de manera racional. Cuestiónate a ti mismo, es una premisa socrática fundamental. Salte de ti mismo para ejercer la criticidad. El mayor compromiso de los investigadores es cuestionar nuestros propios prejuicios”, concluyó.