Conectividad, impuestos y facilitación de viajes siguen siendo asignaturas pendientes en la industria de turismo
“Esta Conferencia sobre Turismo Sostenible no podía haber llegado en mejor momento”, afirmó el director regional de la OMT para las Américas, Carlos Vogeler, al intervenir en la reunión con sede en Puerto España, donde abordó los retos económicos actuales, tendencias como la mayor movilidad y el creciente uso de la tecnología y otras señales de un entorno mundial en el que el sector de viajes y turismo es “una de las fuerzas principales de un nuevo modelo socio económico”.
En el discurso central de apertura de la décimo cuarta Sustainable Tourism Conference (STC-14), organizada por la Caribbean Tourism Organization (CTO), Vogeler hizo un recorrido por el actual momento económico que vive el mundo, sentenciando que “tras 2012, un año de lento crecimiento económico y creciente incertidumbre, sabíamos que 2013 no necesariamente sería más fácil”.
En un escenario económico frágil e inestable, que impacta en muchos mercados emisores de turismo, hay más de 200 millones de desempleados en el mundo, según la Organización Internacional del Trabajo, y se necesita crear 600 millones de empleos durante la próxima década para sostener el crecimiento de la economía y mantener la estabilidad social.
A la par, señaló el experto en su análisis, en tiempos recientes se han consolidado transformaciones que han creado un mundo más globalizado, complejo e interdependiente, en el cual los flujos de bienes, capitales, ideas, información y personas se mueven más rápidamente que nunca antes.
“Entre las fuerzas detrás de estos procesos están las tecnologías de la información y las comunicaciones, y una cada vez mayor movilidad de las personas dentro y fuera de fronteras. Además, la creciente urbanización del mundo, con previsiones de que más de cinco mil millones vivirán en áreas urbanas hacia 2030. Son tendencias de largo plazo que no han sido ralentizadas por la crisis económica”, dijo.
Sin embargo, destacó, “hay otra poderosa ´mega-tendencia´ de la globalización, la de los viajes y el turismo, algunas veces poco valorada a pesar de que involucra a una creciente parte de la población mundial y de que emerge como una fuerza clave en el nuevo modelo económico y social”.
Al respecto, recordó que si en 1950 viajaban internacionalmente sólo 25 millones de turistas, en 2012 lo hicieron más de mil millones, al tiempo que se contaban cinco mil millones viajando dentro de sus países. “Nunca antes había viajado tanta gente a tantos lugares. Pocos lugares del planeta han escapado a la curiosidad del viajero”.
Actualmente, subrayó, uno de cada 12 empleos está vinculado con el turismo y los turistas generan más de un billón (millón de millones) de dólares en exportaciones para los países que visitan, una cifra que se acerca al 6% del total de las exportaciones de bienes y servicios mundiales, y al 30% si se consideran sólo los servicios.
Según los pronósticos de la OMT, el turismo crecerá a una media anual de 3,3% hasta 2030, alcanzando para entonces los 1,8 mil millones de turistas internacionales. “Son cifras impresionantes, pero mucho más relevante es el creciente impacto del turismo”, sentenció, recordando las posibilidades que abre al empleo, el crecimiento económico, las pequeñas y medianas empresas y la renovación de áreas urbanas y rurales”.
También importante es que, “manejado en forma sostenible, el sector estimula la preservación y promoción del patrimonio cultural y naturales de los países”.
En este contexto, indicó Vogeler, “la Conferencia de Turismo Sostenible no podía haber llegado en mejor momento. Sin una preocupación por la sostenibilidad, la ética y la responsabilidad, el turismo puede desarrollarse en formas que tengan impactos negativos”.
Impuestos, conectividad, visas
A pesar de los progresos en el turismo, y en su reconocimiento como motor económico y social, la industria tiene aún muchos asuntos por resolver, entre ellos la facilitación de viajes, la conectividad aérea y las políticas impositivas que afectan su desempeño.
Durante su intervención en la STC-14, el director regional de la OMT para las Américas refirió que los complicados procesos de visado restringen las posibilidades de viaje de millones de personas. “En 2012, dos tercios de la población mundial debieron obtener visa antes de su salida, y los procesos son a menudo engorrosos. Sólo el 18% de los viajeros pudo ingresar a un destino sin visa, y el 17% pudo viajar para recibirla a su llegada”.
Según Vogeler, por regla general las economías emergentes tienden a ser más abiertas en esta área. El Caribe, el Sudeste Asiático y África Oriental están entre las regiones más abiertas, mientras que Norteamérica y el centro de África son las de mayores restricciones.
En ese sentido, recordó los datos divulgados meses atrás por la OMT y el Consejo Mundial de Viajes en la reunión del G20, alegando que si esos países mejoran sus procesos de visado podrían generar un extra de 206 mil millones de dólares en ingresos por turismo y crear unos cinco millones de empleos adicionales hacia 2015.
En cuanto a la conectividad aérea, precisó que de los mil millones de viajeros que en 2012 cruzaron fronteras internacionales, más de la mitad viajó por aire, con una proporción mayor haciéndolo en rutas de largo recorrido.
“El turismo y el transporte aéreo son contribuyentes de peso a la prosperidad económica global, pero siguen vigentes políticas que limitan de forma significativa el desarrollo de los viajes aéreos”, señaló.
De cara a la previsión de 1,8 mil millones de viajeros internacionales hacia 2030, subrayó, la demanda por servicios aéreos aumentará y las salidas de aviones anuales pasarán desde 30 millones actualmente a unos 60 millones.
Sobre el tema de la conectividad, el ejecutivo de la OMT dijo en otro momento que es un factor clave para el Caribe en sus planes de captar más visitantes desde los mercados emergentes de Latinoamérica, Asia y Europa Oriental.
“Trinidad y Tobago, a través de Caribbean Airlines, pudiera tener un rol líder en este campo, involucrando a otras aerolíneas del Caribe y Latinoamérica, como las de Brasil, y trabajando en conjunto”. Es también, dijo, una oportunidad para el multidestino entre las islas.
Por otra parte, llamó la atención en torno a “la creciente preocupación ante la proliferación de impuestos sobre el sector de turismo y el transporte aéreo”.
“La industria debe aportar su contribución, naturalmente. Pero la tendencia a más y mayores impuestos puede dañar la economía, particularmente en destinos tan dependientes del transporte aéreo como el Caribe. En muchos casos, los impuestos y tasas son claras distorsiones de mercado, una barrera al comercio, y obstaculizan la justa competencia entre destinos, el crecimiento económico y la creación de empleo”, dijo.
En ese sentido, consideró que un claro ejemplo es el famoso APD británico, que en sus inicios “fue vendido como un impuesto verde, ecológico”, cuando en realidad “sus recaudaciones no se relacionan con la inversión en tecnologías verdes o en la compensación de la huella de carbono”.
Energía e impacto ambiental
Por último, Vogeler se refirió a la eficiencia energética en la industria de viajes y turismo y a su impacto ambiental, recordando las palabras del titular de la ONU, Ban Ki-Moon, quien afirmó que el turismo es uno de los sectores en mejores condiciones para promover la sostenibilidad.
Este año, el Día Mundial del Turismo (el 27 de septiembre) estará dedicado al tema “Turismo y agua: protegiendo nuestro futuro común”.
“Desarrollar un sector turístico más responsable no es sólo una cuestión ética y moral, sino que también tiene mucho sentido desde el punto de vista de los negocios. Compañías de todo el mundo están cada vez más al tanto de que los programas de responsabilidad social corporativa les aportan competitividad, confianza en su marca y lealtad a ésta, ayudándoles a conservar clientes y motivar a sus empleados, e incluso a reducir gastos en energía.
“La sostenibilidad no es ya una mera opción, sino una necesidad cada vez más apremiante. Hoy es claro que una nueva economía está emergiendo, con sectores como el turismo en su centro. Al colocar la sostenibilidad en el núcleo de la agenda de desarrollo turístico, tenemos que entender que no sólo es nuestra responsabilidad, sino que también es nuestro interés”, concluyó.