José Manuel Maciñeiras, presidente de la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes de España (AEDAVE)
“Cuba en España tiene mucho recorrido por hacer, mucho mercado por ganar, no está ni de lejos en niveles de producto maduro o de saturación”, considera el presidente de AEDAVE, quien también cree que el reciente congreso de esa organización, celebrado en Santiago de Cuba, pudiera ayudar muchísimo a dar un pequeño impulso en el acercamiento de la touroperación española a los destinos menos conocidos de esta isla, como es el caso de su región oriental.
¿Qué motivó la elección de Cuba como sede de este encuentro?
-Primero, la profesionalidad del equipo de turismo del gobierno cubano, que tenía interés, habló con nosotros y puso toda clase de facilidades para celebrar el congreso. Por otro lado, en España hay una querencia hacia Cuba, que es natural y está en la piel del español. Cuba tiene mucho que ofrecer, y contamos con muchas cosas en común. Otro punto es que nosotros, para reunirnos, siempre vamos a países en los que estimamos que puede haber alguna reacción favorable. Cada vez que celebramos un congreso en algún país, lo que más nos puede satisfacer es que luego de ese congreso se note un incremento del flujo de turistas españoles hacia allí. Y esto se está consiguiendo, no sólo por lo que se haga en el momento del congreso, sino por la expectación que despiertas y las consecuencias mediáticas que tiene cuando regresamos y comienzan a salir en periódicos y revistas españolas los temas y experiencias del evento. Esto, además, se transmite entre las agencias de viajes y llega al gran público. Claro, se trata, como decía, de destinos que tengan un potencial, para que se cumpla el objetivo.
¿Cuál es la percepción de Cuba en el mercado turístico español?
-Cuba es muy querida en España. Hay un gran deseo de venir a este país, y además una gran necesidad, como consecuencia de esa cercanía histórica y emocional y esa lejanía geográfica. En Cuba tenemos la historia, la cultura, la arquitectura, la naturaleza, la gastronomía; en la medida en que haya una evolución de las circunstancias, en términos de mejores comunicaciones (buenos vuelos, rutas cortas, tarifas asequibles), mejora de las infraestructuras locales alrededor de la planta turística (pues el turista demanda hoy más cosas además de sol y playa y paisaje), el efecto será multiplicador.
El congreso de AEDAVE en Cuba se produce cuando faltan pocas semanas para la celebración de FITUR. ¿Qué efecto pudiera tener este congreso en el sector turístico en cuestiones como el acercamiento a regiones poco conocidas, como el Oriente cubano?
-Los españoles conocen básicamente La Habana. El hecho de venir a Santiago de Cuba es consecuencia de que en 1996 hicimos un congreso en La Habana. Ese congreso de ahora en la ciudad oriental viene como que a cerrar el abanico, y nos ha dado la oportunidad de conocer otros puntos del oriente, como Holguín. El español gusta de repetir, pero para repetir tiene que tener algún aliciente, algo de novedad; entonces, el venir a Santiago de Cuba, al oriente de Cuba, puede ser ese aliciente. Es la Cuba más profunda, auténtica, y es contrapunto interesante al conocimiento que se tiene de La Habana, que es más cosmopolita y moderna. FITUR es una de las ferias de turismo más importantes del mundo: aquí en el congreso de Santiago de Cuba hemos tenido con nosotros el director general de IFEMA, Fermín Lucas, que está muy contento, que ha mostrado mucho interés en esto, en las posibilidades feriales que pueda haber, en el intercambio… Pueden salir cosas muy buenas de este congreso.
Aparte del típico sol y playa, ¿qué otros sectores del turismo podrían funcionar en España?
-Cada día crece más un segmento turístico que busca la naturaleza, actividades como el senderismo, la observación de aves; y está lo relacionado con la salud, los balnearios, y la cultura. El sol y playa lo hay en España, aunque no tiene la belleza y el exotismo que hay en el Caribe, pero allí está; ahora, si al sol y playa del Caribe le unimos orgánicamente la gastronomía, la cultura, la historia, las peculiaridades nacionales y locales, pueden salir productos turísticos muy interesantes.
¿Qué cuestiones considera que deben mejorar en el turismo cubano?
-Lo más importante es la calidad del destino en sí mismo, la calidad del país, la naturaleza y el estado de ánimo del ciudadano del país que quiere recibir turismo. No es posible que el turismo triunfe en un país donde el ciudadano es hostil a la llegada del turista. Cuba tiene resuelto todo eso, y más. ¿Qué puede mejorar? Podríamos hablar de una mejora en infraestructura y comunicaciones, logrando mejores vuelos y mejores tarifas en las líneas aéreas. Hay que crear productos diferenciados: desde ríos y senderismo y naturaleza a golf y otras modalidades.
¿Qué empresas lideran la touroperación española hacia Cuba?
-Ahora mismo yo te diría que el Grupo Orizonia es uno que puede decir muchas cosas, y Globalia, que es el que se puede conseguir en estos momentos que se vuelque más a Cuba con Travelplan.
¿En qué otros destinos de largo radio aprecia usted una competencia fuerte en España con respecto a Cuba?
-México es uno de esos destinos de larga distancia que tiene igualmente una buena presencia de cadenas hoteleras españolas. Al igual que con Cuba, hay allí lazos históricos y afectivos y culturales. Es un gran competidor. También República Dominicana. Y hay países emergentes de Centroamérica muy interesantes, que pueden atraer mucho al turismo español. Sin embargo, creo que Cuba tiene mucho que ofrecer, pero debe tomar su riqueza turística, de la que dispone en gran abundancia, y segmentar el producto turístico: no es Cuba, sino que dentro de Cuba tienen que establecerse productos diferentes, rutas, darles un sentido propio, y tendría entonces mucho que decir en el mercado turístico internacional, ya no sólo para España sino para toda Europa.
¿Cómo repercuten las disposiciones sobre el IVA sobre la operación turística española en estos momentos?
-Tiene más importancia de lo que parece. Primero, porque competimos en mercados internacionales, en el caso de España como destino internacional. Estamos compitiendo en ese mercado con países de la zona, como son los de la ribera del Mediterráneo, y algunos de ellos no tienen ese impuesto. Otros aplican un IVA muy reducido al turismo, lo que consideramos una política inteligente porque mejora el precio final que el turista inglés, alemán, italiano, holandés o de otro mercado perciben de ese producto. Y entre los destinos turísticos competentes, al final el precio en igualdad de condiciones es básico. Un aumento de dos puntos en el IVA influye en el precio final; la agencia de viajes, además, un IVA especial sobre el margen de su contribución, que encarece aun más el producto. Es un impuesto que tiene un efecto perverso: a la larga, en lugar de recaudar más se va a recaudar menos por la pérdida de competitividad en el mercado turístico internacional.
¿Cómo termina el sector turístico español el año 2010 con respecto al destino Cuba?
-Bien, con ganas de mejores comunicaciones y más frecuencias aéreas y destinos dentro de Cuba. Por ejemplo, conocer a Santiago de Cuba implicaría tener frecuencias aéreas a esa ciudad. El tener que dar dos o tres saltos después del gran salto trasatlántico para conocer un sitio no es lo más atractivo. Creo que Cuba en España tiene mucho recorrido por hacer, mucho mercado por ganar, no está ni de lejos en niveles de producto maduro o de saturación.