Patrimonio arqueológico, una fortaleza del turismo en México
Zonas arqueológicas con estructuras monumentales y sitios de gran antigüedad que resguardan pinturas rupestres, murales y otros vestigios que enriquecen el conocimiento sobre las culturas que se asentaron en México, forman parte de la oferta cultural que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) pone a disposición de los visitantes en el periodo vacacional de Semana Santa.
En coordinación con otros organismos federales, el INAH se ha sumado al Operativo de Semana Santa para la Seguridad Integral del Turista 2014, que estará vigente del 11 al 27 de abril con el propósito de incentivar el disfrute del vasto patrimonio cultural bajo su resguardo.
El INAH cuenta con 187 zonas arqueológicas abiertas al público, dotadas de infraestructura y de los servicios necesarios para la adecuada atención de los visitantes. Los sitios de Uxmal, en Yucatán, y Edzná, en Campeche, ofrecen horarios ampliados por las funciones nocturnas de luz y sonido. Las otras 185 zonas arqueológicas abren sus puertas en horarios normales, de 9 a 17 horas.
Además de los sitios de tradición turística, otros han sido abiertos en años recientes y su puesta en valor da cuenta del origen y desarrollo de las civilizaciones prehispánicas.
Entre ellos se encuentran, en el estado de Oaxaca, Atzompa y Bocana del Río Copalita, el primero de filiación zapoteca, ubicado a cuatro kilómetros de Monte Albán, cuya área nuclear se distribuye en cuatro terrazas con pequeños montículos, templos, una unidad administrativa, un adoratorio y tres juegos de pelota, uno de ellos considerado el segundo más grande de la región zapoteca.
En cuanto a Bocana del Río Copalita, se localiza en el margen occidental del río Copalita, muy cerca del desarrollo turístico Bahías de Huatulco. La primera ocupación de este asentamiento precolonial se remonta al periodo Preclásico Medio; en esa época ya se manifestaba la construcción de plataformas ceremoniales y terrazas habitacionales en las lomas colindantes con acantilados al mar.
El Período Clásico es el auge de esta ciudad donde ya se cuenta con un centro ceremonial que contiene un juego de pelota y un edificio principal de más de 20 metros de altura y que a su vez contiene, hasta el momento, dos tumbas asociadas a la élite gobernante. Cronología: 600 a. C. a1521 d. C. Ubicación cronológica principal: 100 a 800 d. C.
Colindante a esta entidad, en el estado de Chiapas se abre paso entre la selva la ciudad maya de Palenque, que fue, junto con Tikal y Calakmul, una de las urbes más poderosas del Período Clásico y sede de una de las dinastías más notables a la que pertenece Pakal, cuya tumba fue descubierta en 1952 y de la cual puede apreciarse una réplica en el Museo de Sitio de esta zona arqueológica.
Ubicada en el municipio del mismo nombre, Palenque sobresale por sus monumentos arquitectónicos, entre ellos el Templo de las Inscripciones -donde se encontró la cripta de Pakal- y la Tumba XIII o de la Reina Roja.
En la misma entidad se encuentra Iglesia Vieja, localizada en el municipio de Tonalá y abierta al público en 2012, la cual sobresale por su arquitectura con grandes bloques de piedra granita, de hasta dos metros y más de una tonelada, lo que lo convierte en uno de los pocos sitios megalíticos en México y en el que confluyeron culturas como la olmeca, zapoteca, mixteca y maya.
Chiapa de Corzo es otra joya de la entidad chiapaneca, localizada 17 kilómetros al este de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez. La zona nuclear está constituida por una serie de plataformas que forman una plaza cuadrangular con estructuras y edificios alrededor. Su continuidad ocupacional fue muy larga, favorecida por el clima y los suelos fértiles.
Hacia el sureste del país, en el estado de Quintana Roo, se puede visitar la nueva zona arqueológica de San Miguelito, así como El Meco y El Rey, las tres localizadas en las inmediaciones de Cancún.
La primera constituye el asentamiento prehispánico maya más importante de la isla, que integraba las rutas comerciales de la parte oriental de la península de Yucatán. Habitada hace más de 800 años y hasta la llegada de los conquistadores españoles, posee 14 estructuras restauradas distribuidas en cinco conjuntos arquitectónicos.
El Meco está situado frente a Isla Mujeres y, por las evidencias arqueológicas, tuvo contacto con asentamientos del noroeste de la península, mientras que El Rey, considerado uno de los sitios más importantes de la costa oriental, resguarda edificios construidos al final del periodo Posclásico Tardío (1200 a 1521 d.C.).
En esta misma entidad, figuran las zonas de Tulum, Cobá y Xel-há, en el municipio de Tulum. La primera se distingue por el buen estado de conservación de sus monumentos y la excelente calidad de los murales que albergan los edificios de El Castillo y el Templo de los Frescos.
Cobá está conformada por cinco grupos de estructuras arquitectónicas, entre las que resalta la Pirámide del Nohoch Mul, de 42 metros de altura, además de una serie de caminos que la conectaban con otros sitios de la Península de Yucatán.
El asentamiento de Xel-há, cuyo nombre significa “entrada de agua”, estuvo inserto en la red comercial de la costa oriental de Quintana Roo durante el Posclásico Tardío. En él pueden observarse magníficos ejemplos de pintura mural, en particular en el llamado “Edificio de los Pájaros”, elaborados entre los años 200 y 600 de nuestra era. En el Grupo Jaguar puede también apreciarse un felino que da nombre al conjunto, el cual fuera realizado entre el Postclásico Medio y Tardío (1200 – 1550).
En Yucatán, a 15 kilómetros de la ciudad de Mérida, se localiza la zona arqueológica de Dzibilchaltún, con una larga secuencia ocupacional, desde el Preclásico Tardío hasta el Posclásico Tardío. La mayoría de los edificios con techos abovedados y el Grupo de las Siete Muñecas se construyeron durante el Clásico Tardío y el Clásico Terminal (600-1000 d.C.). Uno de sus atractivos es el cenote Xlacah, que aún conserva la belleza de sus aguas transparentes y su riqueza de flora y fauna.
Asimismo, los sitios de Chichén Itzá y Uxmal, en los municipios de Tinum y Santa Elena, respectivamente, son de los que atraen mayor cantidad de visitantes. Uxmal es el asentamiento más representativo de la arquitectura de la región Puuc. Las fachadas están decoradas con mascarones de Chac, el dios de la lluvia; grecas, paneles con jeroglíficos y altas cresterías. Entre los edificios más representativos están la Pirámide del Adivino, el Cuadrángulo de las Monjas y la Casa de las Palomas.
En la región del Bajío, un sitio abierto al público en años recientes en el municipio de San Miguel de Allende, Guanajuato, sorprende a los visitantes. Se trata de Cañada de la Virgen, en la cuenca central del Río de la Laja, en plena frontera mesoamericana. La construcción de diversas estructuras sobre una superficie de 16 hectáreas es atribuida a tribus de filiación otomí.
Los estudios más recientes señalan que la sociedad que habitó Cañada de la Virgen poseía conocimientos astronómicos muy avanzados, lo que facilitaba el control del tiempo y de los ciclos productivos. Cronología: 540 a. C. a 1050 d. C. Ubicación cronológica principal: Epiclásico - Posclásico Temprano, 540 a 1050 d. C.
Hacia el centro de México, en la Sierra Gorda de Querétaro, se levanta el sitio de Tancama, en el municipio Jalpan de Serra, también de reciente apertura. Se conforma por tres plazas en desnivel que imitan la forma del Cerro Alto o Tancama, lo que permite el registro del solsticio de invierno en la cima artificial. Sobresalen las plazas Mirador y Santiago, en las que se distribuyen edificios como el de las Mariposas de cobre (el más alto de 7.5 m), de los Muertos, de la Culebra azul, del Patojo, de las Espinas de mantarraya, del Huasteco, de los Anzuelos, del Callejón y del Cuchillo de obsidiana.