Día mundial de la aviación: conectando destinos desde el aire
por Gabriela Sánchez
Hay hitos que ya no lo parecen tanto. Volar es uno de ellos. Para algunos ha perdido la magia por el hábito, la normalización de ese acto tan arriesgado, loable y bello en igual medida. Pero, si piensas en esa primera vez que subiste a un avión probablemente en esos instantes iniciales no haya salido de tu cabeza la idea de la maravilla que resulta coquetear con el cielo y las nubes desde la pequeñez humana. Y es que la aviación deviene una de esas joyas de la mecánica a la que debemos un buen porcentaje de nuestras experiencias de viaje.
Este 7 de diciembre el calendario le rinde homenaje como recordatorio de la firma del Convenio de Chicago en 1944, para regular el transporte aéreo internacional. Aunque no solo el turismo se ha beneficiado de la aviación, sí supone uno de los medios de transporte clave para conectar destinos.
Desde el primer vuelo comercial de pasajeros en 1914, hasta el gigantesco Airbus A-380 en 2005, primero en transportar a más de 800 personas el progreso en la aviación ha permitido que miles de millones de personas crucen fronteras, compartan culturas y exploren el mundo. De hecho, según cifras recientes de la Organización Mundial del Turismo (OMT), la aviación representa el 80% de los desplazamientos internacionales, lo que la hace la arteria principal para el flujo global de viajeros.
No solo las grandes ciudades, cada vez más los aviones aterrizan en comunidades e islas pequeñas o regiones montañosas, que invitan a descubrir destinos menos habituales y, en consecuencia, potenciar la visibilidad de su cultura y riqueza natural. De ahí que es un motor también para las economías locales y la creación de empleos en industrias relacionadas como la hostelería, el comercio y los servicios.
La aviación, motor del turismo sostenible
En un mundo en el que el tiempo es un recurso valioso, la rapidez y eficiencia del transporte aéreo no tienen rival. Un viaje que antes tomaba días o semanas ahora se realiza en horas, facilitando el acceso a eventos globales, reuniones internacionales y vacaciones soñadas. Hoy suman alrededor de 1.500 las aerolíneas, con las que se conectan a más de 4.000 aeropuertos de todo el mundo.
Pero la aviación implica algo más que volar. La experiencia abarca desde aeropuertos hasta personal especializado y por supuesto una infraestructura aeronáutica moderna que garanticen la seguridad del viajero. Por ello, cada vez más las empresas se encargan de velar por una atención personalizada, agilizar reservas, crear conexiones breves y confort.
Concebido inicialmente para celebrar los principales logros y avances de la aviación, el Día Internacional de la Aviación Civil ha evolucionado desde entonces para poner de relieve los continuos esfuerzos de gobiernos y organizaciones por hacer que el transporte aéreo sea más seguro, sostenible y accesible para todos.
El día 7 de diciembre, todos los amantes de la aeronáutica y la aviación celebramos el Día Internacional de la Aviación Civil. La elección de esta fecha se debe a que este mismo día, en 1944, se firmaba el Convenio sobre Aviación Civil Internacional, también llamado Convenio de Chicago, que tenía como objetivo regular los aspectos de navegación y tráfico aéreo a nivel internacional. Para ello se creó la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que sería el organismo encargado de llevar a cabo estas regulaciones. Fue en 1997 cuando la ONU proclamó de forma oficial esta fecha como el Dia Internacional de la Aviación Civil, aunque se venía celebrando con anterioridad por OACI desde 1992.
El objetivo de celebrar este día, es poner en valor la importancia que ha tenido la aviación civil en el desarrollo social y económico en todo el mundo, y del papel vital de la OACI para ayudar a los diferentes países a cooperar, creando una red global de tránsito al servicio de la humanidad.
En un mundo donde el transporte aéreo representa el 80% de los viajes internacionales, según la Organización Mundial del Turismo (OMT), y el 54% de los turistas internacionales viajan en avión, de acuerdo con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), la seguridad en la aviación (líneas aéreas, aeropuertos) afecta no solo el transporte, sino también la percepción y experiencia de seguridad de los turistas. Para muchos viajeros, la decisión de viajar depende de la confianza en la seguridad, desde el aeropuerto hasta la experiencia en el destino final.
Aeropuertos seguros, con procesos bien gestionados y tecnología avanzada, generan la confianza inicial del viajero. Además, los protocolos de seguridad física en los aeropuertos envían un mensaje claro sobre el compromiso del destino con la protección del visitante. Sin estas medidas, el impacto en la industria turística puede ser devastador. Un aeropuerto sin estándares robustos o inseguro puede hacer que los turistas reconsideren su viaje, afectando la percepción del destino y su competitividad.
Para los destinos emergentes, la falta de infraestructura adecuada añade un desafío adicional. Estos aeropuertos deben enfocarse en estrategias de optimización de recursos, como la capacitación intensiva del personal en prácticas de seguridad y la incorporación de tecnologías escalables, para poder gestionar adecuadamente el flujo de turistas sin descuidar su protección.
La colaboración entre aerolíneas, aeropuertos y autoridades en torno a la ciberseguridad es fundamental para prevenir ataques, mantener la continuidad de las operaciones y salvaguardar la confianza de los turistas. Medidas como la autenticación multifactorial y la encriptación de datos no solo reducen el riesgo de fraude, sino que también transmiten un mensaje de confiabilidad en la seguridad del destino.
La relación entre aviación y turismo es mucho más que un vínculo de transporte; es una asociación vital para la seguridad y satisfacción del turista. Solo a través de un enfoque integral que combine seguridad física, ciberseguridad, bioseguridad e infraestructuras eficientes y seguras, ambos sectores podrán seguir creciendo de manera sostenible y segura. La industria debe asumir un compromiso coordinado y continuo para enfrentar estos desafíos, ya que la percepción de seguridad es, en última instancia, la mejor garantía para el desarrollo y la prosperidad de los destinos turísticos a nivel global.
El primer vuelo comercial con pasajeros se produce en 1914, un hito protagonizado por el piloto Tony Jannus, que despegó en la ciudad de San Petersburg (Florida, EEUU) y aterrizó 23 minutos después en Tampa, alcanzando una velocidad máxima de 120 km/h. Por aquel entonces aún no existían aeropuertos, por lo que este viaje se produjo en un hidroavión, y aunque el único pasajero del avión (el alcalde de San Petersburg) pagó un dineral por ser el primero, la aerolínea (la primera línea comercial de la historia) no obtuvo beneficios y quebró posteriormente, pero abrió un nuevo e interesante camino, que hemos recorrido hasta el día de hoy, donde unas 1.500 aerolíneas conectan a más de 4.000 aeropuertos de todo el mundo.