Spirit Airlines considera declararse en bancarrota tras un año de pérdidas y obstáculos financieros
Spirit Airlines, la aerolínea norteamericana de bajo costo conocida por sus aviones amarillos y tarifas económicas, está enfrentando serias dificultades financieras. Según un informe reciente, la aerolínea está considerando acogerse a la protección por bancarrota bajo el Capítulo 11. La noticia se produce en un momento crítico, ya que la empresa enfrenta una fecha límite el 21 de octubre para refinanciar más de $1.000 millones en deuda que vence el próximo año.
Spirit, que fue rentable y puntual antes de la pandemia, ha sufrido varios reveses importantes en los últimos años. Entre ellos se encuentra el bloqueo de su adquisición por parte de JetBlue Airways a principios de 2024, una decisión de un juez federal que frenó la fusión en medio de preocupaciones antimonopolio. Además, la aerolínea ha tenido que lidiar con el aumento de costos operativos, el retiro de motores Pratt & Whitney y cambios en los patrones de viajes de los consumidores.
Desde el colapso del acuerdo con JetBlue, Spirit ha intentado diversas estrategias para sobrevivir. En enero, la compañía anunció que estaba buscando opciones para refinanciar su deuda, que incluye $1.100 millones respaldados por su programa de lealtad, y que vence en septiembre de 2025. Sin embargo, la compañía ha estado perdiendo dinero desde el año 2020, y en el segundo trimestre de este año reportó una pérdida de casi $193 millones.
La situación ha obligado a Spirit a tomar medidas drásticas para reducir costos, incluyendo la suspensión de pilotos, la reducción de vuelos y la postergación de pedidos de aviones Airbus. También ha ajustado sus planes de expansión de capacidad para noviembre y diciembre, reduciéndolos en un 17%.
A pesar de los esfuerzos por estabilizar su situación, las acciones de Spirit cayeron más de un 24% el viernes, alcanzando un mínimo histórico de $1,69 por acción. En lo que va del año, las acciones de la aerolínea han caído casi un 90%. Frente a este escenario, Frontier Airlines, que en su momento también había intentado fusionarse con Spirit, experimentó un aumento del 16% en sus acciones el mismo día.
Ted Christie, CEO de Spirit, expresó en un comunicado interno a los empleados que la aerolínea sigue trabajando en un plan integral para mejorar su competitividad, fortalecer su balance y regresar a la rentabilidad. Asimismo, indicó que continúan en conversaciones con sus acreedores para asegurar el mejor resultado posible para la empresa.
Aunque la noticia de una posible declaración de bancarrota es preocupante, Spirit aún no ha confirmado oficialmente esta medida. Sin embargo, la situación financiera de la aerolínea es crítica, y las próximas semanas serán decisivas para su futuro.
Una historia algo azarosa
Fundada en 1983 bajo el nombre Charter One en Macomb County, Michigan, originalmente la aerolínea comenzó como una empresa de vuelos chárter, especializada en viajes a destinos turísticos como Las Vegas, Atlantic City y las Bahamas. No fue hasta 1992 que adoptó el nombre de Spirit Airlines y comenzó a operar como una aerolínea de bajo costo (ultra-low-cost carrier o ULCC), enfocándose en vuelos regulares y expandiendo su red de rutas.
A lo largo de su historia, Spirit Airlines ha enfrentado varios desafíos financieros, muchos de ellos relacionados con su modelo de negocio de bajo costo y su fuerte dependencia de tarifas adicionales (como cargos por equipaje y otros servicios). Aunque este modelo ha sido rentable en muchas circunstancias, también ha generado controversia entre los pasajeros, lo que ha impactado negativamente la percepción de la aerolínea.
Uno de los mayores problemas financieros que enfrentó la aerolínea ocurrió durante la crisis económica de 2008, cuando la industria de la aviación global sufrió un duro golpe debido al aumento de los precios del combustible y la disminución de la demanda de viajes aéreos. En ese periodo, Spirit tuvo que realizar reestructuraciones financieras significativas y enfrentó dificultades para mantener su rentabilidad.
Además, la aerolínea ha enfrentado huelgas laborales y problemas de cancelación de vuelos, lo que también afectó sus operaciones y finanzas. A pesar de estos desafíos, Spirit ha logrado sobrevivir, principalmente gracias a su capacidad para mantener bajos costos operativos y su enfoque en tarifas competitivas.
En los últimos años, la aerolínea había experimentado un crecimiento significativo, convirtiéndose en una de las principales ULCC en los Estados Unidos, aunque continuaba enfrentando críticas por su servicio limitado y las numerosas tarifas adicionales que aplica a los pasajeros.