Juez declara que Google tiene un monopolio Ilegal sobre la búsqueda en Internet
En un fallo que podría tener un impacto significativo en la industria tecnológica, un juez federal en Washington ha determinado que Google ha estado explotando ilegalmente su dominio en el mercado de búsquedas en Internet para sofocar la competencia y frenar la innovación. Esta decisión, emitida el 5 de agosto de 2024 por el juez Amit Mehta, llega después de un prolongado proceso legal que enfrenta al Departamento de Justicia de EE.UU. contra el gigante tecnológico en la mayor batalla antimonopolio en un cuarto de siglo.
El fallo, que se produce casi un año después del inicio del juicio, concluye que Google, con una participación del 89.2% en el mercado de búsquedas generales y un asombroso 94.9% en dispositivos móviles, ha actuado como un monopolista para mantener su posición dominante. Este dominio ha sido objeto de una investigación exhaustiva que incluyó testimonios de altos ejecutivos de Google, Microsoft y Apple durante un juicio de 10 semanas el año pasado.
El presidente de Google, Kent Walker, ha anunciado la intención de apelar la decisión, argumentando que la sentencia reconoce la calidad del motor de búsqueda de Google pero sostiene que la empresa no debería permitir que sea fácilmente accesible. Walker cuestionó la implicación de que lel dominio de Google en el mercado sea inherentemente perjudicial para la competencia.
La decisión del juez Mehta ha sido recibida con entusiasmo por los reguladores antimonopolio del Departamento de Justicia, que han estado luchando por contener el poder de las grandes tecnológicas durante la administración de Joe Biden. El fiscal general Merrick Garland describió el fallo como una victoria histórica para el pueblo estadounidense, subrayando que ningún empresa, sin importar su tamaño o influencia, está por encima de la ley.
El caso ha presentado a Google como un "matón tecnológico" que ha sofocado la competencia para proteger un motor de búsqueda que ha generado cerca de 240 mil millones de dólares en ingresos el año pasado. La acusación argumentó que el monopolio de Google le permite cobrar precios artificialmente altos a los anunciantes y evitar la necesidad de invertir más en la mejora de su producto, perjudicando así a los consumidores.
El fallo se centra en la cantidad de dinero que Google gasta cada año para instalar su motor de búsqueda como la opción predeterminada en nuevos teléfonos celulares y dispositivos tecnológicos, sumando más de 26 mil millones de dólares solo en 2021. Aunque Google ha ridiculizado estas alegaciones, el juez Mehta ha resaltado la importancia de las configuraciones predeterminadas para la competencia en el mercado de búsqueda.
La decisión de Mehta abre la puerta a una nueva fase legal para determinar qué cambios o sanciones se impondrán para revertir el daño y restaurar un mercado más competitivo. Una audiencia está programada para el 6 de septiembre para comenzar a definir esta próxima etapa.
El proceso de apelación podría durar hasta cinco años, lo que permitirá a Google evitar restricciones inmediatas en sus acuerdos de búsqueda predeterminados, aunque no impedirá demandas de acciones colectivas relacionadas con los hallazgos del juez. Este largo proceso de apelaciones podría retrasar los efectos inmediatos para consumidores y anunciantes, mientras se define la magnitud de las reformas necesarias.
El fallo también podría beneficiar a Microsoft, cuyas oportunidades de mercado fueron limitadas en los años 90 durante una demanda antimonopolio similar. Si Mehta decide restringir o prohibir los acuerdos de búsqueda predeterminados de Google, podría también afectar las ganancias de Apple, que recibió aproximadamente 20 mil millones de dólares de Google en 2022.
Mientras el Departamento de Justicia continúa su labor antimonopolio con investigaciones recientes en empresas como Apple, Ticketmaster, Microsoft, Nvidia y OpenAI, Google enfrenta varias amenazas legales tanto en EE.UU. como en el extranjero. Un juicio federal en Virginia está programado para septiembre para abordar alegaciones de que la tecnología publicitaria de Google constituye un monopolio ilegal.