Uruguay, un destino termal en efervescencia
La 20ª edición de Termatalia (Feria Internacional de Turismo Termal, Salud y Bienestar), acogía este jueves la presentación de la oferta de turismo termal del país latinoamericano, a cargo del viceministro de Turismo de la República de Uruguay, Remo Monzeglio.
Acompañado por su delegación, entre los que se encontraban la embajadora de Uruguay en España, Ana Ayala, y el cónsul general de Uruguay en Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco Ramiro Rodríguez, además de otras personalidades relacionadas con el sector turístico uruguayo, Monzeglio expresó que “hay 6 destinos termales en este momento en Uruguay, y otros varios en desarrollo”. Tras enumerarlas (las Termas del Dayman, las Termas del Arapey, las Termas de Guaviyú, las Termas del Almirón, las Termas de San Nicanor y las Termas de Salto Grande), y explicar sus características: por ejemplo, las Termas de Guaviyú, que son las más populares y accesibles, las del Almirón, de agua salada, las de Dayman, que son las de mayor temperatura (55ºC), etcétera, subrayó que “en Uruguay, el termalismo es turismo de familia, además de turismo de salud, de divertimento, popular…”.
“Estos son nuestros productos termales, pero no venimos únicamente a hablarles sobre ellos, sino sobre un país, un pueblo, una nación, un conjunto de mujeres y hombres que apostamos por el turismo”, señalaba Monzeglio.
Para finalizar su intervención, el político uruguayo quiso hablar sobre la acción de su país durante la pandemia del coronavirus, señalando que “durante la pandemia, el país tomó como base lo que se puede llamar ‘una decisión responsable’, y todo la nación se recluyó, saliendo a trabajar únicamente aquellos que necesitaban de ese ingreso diario para poder mantener su estatus de vida. El resto de personas tomaban medidas como cerrar hoteles, que al día siguiente se ofrecían como hospitales. Nuestro presidente salió a decirnos que pronto tendríamos las vacunas, y Uruguay las tuvo”, concluía.