EE.UU. revisa las remesas a Cuba y podría ampliar su personal diplomático en La Habana
Redacción Caribbean News Digital
Foto de portada: The Guardian
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó el lunes al Departamento de Estado que revise el aumento de personal en la Embajada de Estados Unidos en La Habana y la formación de un grupo de trabajo que estudie el envío de remesas para las familias cubanas.
Los nuevos movimientos políticos de la administración marcan un paso adelante para una Casa Blanca que ha estado revisando su postura hacia Cuba durante más de seis meses.
Pero la administración sintió un repentino sentido de urgencia para actuar cuando el pasado domingo 11 de julio se realizaron varias protestas en la isla.
La administración formará un Grupo de Trabajo sobre Remesas para identificar la manera más efectiva de hacer llegar los envíos de dinero directamente a las manos del pueblo cubano, dijo una fuente del Departamento de Estado, añadiendo que también se revisará la planificación para aumentar el personal en la Embajada de EE.UU. en La Habana con el fin de facilitar la participación norteamericana en cuestiones diplomáticas, consulares y de acercamiento a la sociedad civil, así como mantener una postura de seguridad adecuada.
Durante su campaña electoral, Biden había prometido revertir algunas de las políticas de Trump con respecto a las remesas y los viajes a Cuba, citando preocupaciones humanitarias. Durante los últimos dos años, la administración Trump endureció las restricciones de viajes y los envíos de remesas a Cuba, dando marcha atrás a las políticas de acercamiento del presidente Barack Obama.
La administración Trump también restringió los vuelos comerciales a la mayoría de los destinos cubanos y prohibió los viajes en crucero a Cuba en junio de 2019. Días antes de dejar la Casa Blanca, el Departamento de Estado de Trump volvió a incluir a Cuba en la lista de países que patrocinan el terrorismo.
Unos 100.000 cubanos que quieren emigrar a Estados Unidos se encuentran en un limbo legal, ya que la suspensión de los servicios consulares en la embajada estadounidense en La Habana ha provocado un enorme retraso en el procesamiento de los casos.
El gobierno estadounidense retiró a la mayor parte de su personal en 2017 después de que numerosos diplomáticos enfermaran de una misteriosa dolencia cuya causa aún se desconoce, conocida como el Síndrome de La Habana.