En debate el Golfo de México

13 de Enero de 2025 3:55am
Redacción Caribbean News Digital
Golfo de México

 

por Gabriela Sánchez

El Golfo de México ha vuelto al centro del debate público tras las recientes declaraciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien propuso renombrar el histórico cuerpo de agua como el “Golfo de América”. A la propuesta no le han sobrado críticas, sobre todo al tratarse de una cuenca oceánica de semejante impacto económico, comercial, cultural y ambiental en la región. 

Pero, ¿lleva razón el mandatario? Te contamos sobre la historia de esta masa de agua, donde se hallan todas las respuestas. 

Desde su aparición en los mapas europeos del siglo XVI, el trozo de mar que divide los litorales de México, Estados Unidos y Cuba se bautizó con el nombre de “Golfo de México”. De ahí que las respuestas desde el gobierno mexicano fue la muestra de un mapa histórico de 1607 que ya utilizaba el término.

Su extensión abarca más de 1,6 millones de kilómetros cuadrados, que comprende cinco estados mexicanos (Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucatán), cinco estadounidenses (Florida, Alabama, Misisipi, Luisiana y Texas) y dos provincias cubanas (Pinar del Río y Artemisa). 

No en vano rápidamente se convirtió en un punto estratégico para el comercio de bienes y el transporte de personas  entre América y Europa.

Hoy, representa para Estados Unidos el 14% de su producción total de petróleo crudo y el 5% del gas natural seco, mientras, para México, son la fuente esencial de hidrocarburos, uno de los pilares de su economía. Pero ahí no acaba, el golfo ha derivado importantes actividades pesqueras y turísticas. Es hogar de complejos turísticos de renombre, playas, manglares, arrecifes de coral y especies marinas en peligro de extinción que suponen atractivos para millones de visitantes cada año.

¿Un cambio de nombre?

Golfo de México

Según expertos, la modificación precisaría la aprobación de México y Cuba, y de organismos internacionales como la Organización Hidrográfica Internacional. Por otro lado, implicaría ajustes significativos en mapas oficiales, cartas náuticas y legislaciones nacionales.

Aunque, otros explican que Estados Unidos cuenta con mecanismos para renombrar lugares reconocidos por el gobierno federal, como la Junta de Estados Unidos para Nombres Geográficos. De hecho, ya ocurrió en 2015, cuando la administración de Barack Obama cambió el nombre del monte McKinley, el pico más alto de América del Norte, por el de monte Denali.

Habrá que esperar al 20 de enero las decisiones que finalmente el presidente tome respecto a este espacio geográfico clave para la conexión entre Europa y América, cuya significación tiene un matiz eminentemente simbólico y cultural. 

Back to top