La Covid 19 amenaza a las comunidades indígenas de la Amazonía colombiana
(Euronews) - En lo más profundo de la selva del Amazonas y en el punto más recóndito de Colombia, los indios viven su particular hecatombe. Podría pensarse que la lejanía de la civilización les mantiene a salvo de la pandemia de Covid, pero la realidad es diametralmente distinta.
Su vecindad con Brasil, el mayor foco del virus en Latinoamérica, ha abierto un corredor de contagio, convirtiendo a esta región en la más golpeada de Colombia, con 30 casos de covid por cada 100.000 habitantes.
La mayor tragedia para estos pueblos es la posibilidad de perder el enclave vital que para ellos suponen los ancianos.
"Si ellos (los sabios espirituales y culturales) llegan a terminarse acá en nuestro departamento (Amazonas) obviamente que nosotros quedaríamos con nuestros jóvenes que para el futuro no conocerían nada de nuestras culturas, de nuestros usos y costumbres. Entonces eso es lo que nosotros tenemos miedo -explica Remberto Cahuamari, líder de la comunidad Ticuna de El Progreso-. Porque si perdemos a nuestros abuelos quedamos sin ningún líder que estaría al frente de nosotros para orientarnos."
Una muestra de esas pérdidas terribles fue la muerte de Antonio Bolívar, el sabio indígena que protagonizó la película "El abrazo de la serpiente", al que el coronavirus segó la vida a los 75 años.
En Leticia no hay agua potable ni conexión por carretera con el resto de Colombia. Por supuesto, tampoco hay laboratorios para procesar tests. El departamento cuenta con un único hospital público, sin unidad de cuidados intensivos y al borde del colapso, mientras el número de casos y las muertes siguen aumentando.
La población ve de cerca el peligro y se adapta al inédito uso de mascarillas en pueblos de la selva.
"Nosotros no estamos acostumbrados digamos a usar esos elementos (mascarillas), pero ya que la pandemia está atravesando acá en el mundo entero y con las ayudas que nos dan y lo poquito que tenemos, pues nos tenemos que someter a eso", dice el líder indígena de El Progreso.
Leticia está en un cruce fronterizo, en la esquina más alejada de Bogotá, pero a tiro de piedra de la brasileña Tabatinga y la peruana Santa Rosa. Cinco de los primeros diez casos registrados fueron importados precisamente desde Brasil.
Aquí el 58 % de la población es originaria y, la mayoría, muy pobre. Según la Organización Nacional Indígena, debido a la pandemia estos pueblos están "en riesgo de extinción".