La Línea 12 del metro de Ciudad de México: la tragedia anunciada
La controvertida Línea 12 del metro de Ciudad de México se inauguró en 2012 y se presentó como la "línea dorada", la más moderna de la capital azteca. Pero este lunes, tras nueve años de controversias, irregularidades y fallos, la línea colapsó, dejando un saldo de 30 fallecidos y casi 50 heridos.
La tragedia se produjo alrededor de las 10:00 pm hora local en el sureste de la metrópolis, en el paso elevado entre las estaciones de Olivos y Tezonco. Esa La línea 12 ha estado sometida al escrutinio público por sus desperfectos desde su inauguración. Sus nueve años han estado marcados por cierres, deterioros y reparaciones.
Desde el año 2017, según un reporte del corresponsal de Caribbean News Digital en México, Armando de la Garza, los vecinos venían denunciando el mal estado de la Línea 12. En ese mismo año, el entonces director del Metro de Ciudad de México, Jorge Gaviño, aseguró que la línea "nació con problemas endémicos que no se van a solucionar nunca en su vida" y que requeriría mantenimiento "de una manera permanente".
La obra fue ejecutada por un consorcio formado por las empresas mexicanas Ingenieros Civiles Asociados (ICA) y Grupo Carso, con la compañía francesa Alstom, de acuerdo a un informe publicado por BBC.
La Línea 12 cubre un tramo de 23 kilómetros entre las estaciones de Mixcoac y Tláhuac, en el sur de Ciudad de México. Cada día transporta poco menos de medio millón de personas.
En 2014, apenas año y medio después de su inauguración, la línea tuvo que cerrar 11 de 20 estaciones para corregir múltiples fallos de fabricación. Las estaciones clausuradas comprendían el tramo elevado entre Tlahuac y Culhuacán.
En los kilómetros afectados, según explicó Joel Ortega, entonces director del Metro, se habían detectado "desgastes ondulatorios en la vía", así como "fallas sistémicas que van en demérito de la prestación del servicio y que obliga a hacer una disminución progresiva de la velocidad".
La empresa encargada de hacer el diagnóstico concluyó que la línea tuvo una serie de fallas en la planeación, diseño y construcción que provocaba una sobrecarga en las vías y su deterioro prematuro, lo que hizo necesaria la sustitución de una parte de la estructura y de miles de piezas. Los principales problemas del viaducto se registraban en las curvas cerradas, donde la rodadura de los trenes erosionaba más la vía.
Como si todo eso fuera poco, el terremoto de 2017 sacudió y dañó muchas de las estructuras de la capital mexicana. Los tramos elevados de la "línea dorada" no escaparon a esas afectaciones sísmicas.
Tras el terremoto, muchos vecinos denunciaron que la infraestructura podría venirse abajo por las grietas y la caída de algunos pedazos de la construcción ese mismo año, por lo que la zona fue objeto de nuevas reparaciones.