Ómicron: la nueva variante que tapa la luz al final del túnel
Redacción Caribbean News Digital
Cuando el entusiasmo por los viajes comenzaba a regresar, cuando el turismo en buena parte del mundo ya estaba en franco proceso de recuperación, y todo ello con la proximidad de las fiestas navideñas y de fin de año, aparece una nueva variante del insaciable e indeseable coronavirus que parece dispuesta a aguar la fiesta.
La B.1.1.529, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha denominado Ómicron y que inicialmente había sido detectada en Sudáfrica, Lesotho, Botswana y Hong Kong, es la versión más mutada descubierta hasta ahora y tiene una lista tan larga de variaciones que un científico la describió como "horrible".
Para James Gallagher, corresponsal de salud de la BBC, se trata de la peor variante que se haya visto hasta el momento. La OMS declaró el viernes pasado que esta nueva mutación es una "variante de mucha preocupación", pues además de ser altamente contagiosa, trae convoyada cualidades miméticas que la ayudan a burlar el sistema inmunológico de las personas infestadas.
Desde hace algunos días, los rebrotes de la Covid 19 en Alemania, Dinamarca y Vietnam ya estaban suscitando mucha preocupación en los mercados de valores y en las agencias de viajes. Ahora el surgimiento de esta nueva variante le echa más leña al fuego de la inquietud mundial.
Y las reacciones ya han comenzado. Estados Unidos anunció que, a partir del lunes 29 de noviembre, se suspende la entrada de viajeros extranjeros desde Sudáfrica, Botswana, Zimbabwe, Namibia, Lesotho, Swazilandia, Mozambique y Malawi.
Francia suspendió los vuelos desde estos destinos, además de Suazilandia, con efecto inmediato y durante al menos 48 horas. Alemania, Japón, Italia y Singapur también impusieron restricciones similares.
La Comisión Europea les recomendó a los países miembros que apliquen el "freno de emergencia" a todos los viajes procedentes del cono sur de África. Gran Bretaña tomó la decisión de paralizar todos los vuelos procedentes de esos países africanos. Desde el pasado viernes a las 12 del día, todos los viajeros que lleguen desde Sudáfrica deberán someterse a cuarentena.
Todas esas medidas de contención parecerían adecuadas si no fuese porque el problema ya entró a Europa. Este viernes, el ministro de Salud de Bélgica, Frank Vandenbroucke, confirmó el primer caso de contagio de la nueva variante del coronavirus B.1.1.529 detectado en un país europeo.
Según detalló el funcionario, se trata de una persona que dio positivo el pasado 22 de noviembre tras llegar desde el extranjero. De acuerdo con el virólogo Marc Van Ranst, cuyo laboratorio colabora estrechamente con el órgano de salud pública belga Sciensano, el paciente infectado regresó de Egipto el pasado 11 de noviembre y empezó a manifestar síntomas once días después. Por su parte, Piet Maes, profesor asistente de la Universidad KU Leuven, detalló que la persona contagiada no estaba vacunada. La joven en cuestión no se había infectado previamente y voló desde Egipto haciendo escala en Turquía.
Ahora bien, la pregunta es la siguiente. ¿Se pudo haber evitado todo esto? Para algunos científicos y expertos en virología, la respuesta es un rotundo sí.
La aparición de nuevas variantes, como Ómicron, pudo haberse evitado si los países ricos hubieran garantizado el acceso de las naciones más pobres a las vacunas contra la Covid 19.
Tim Bierley, activista farmacéutico de Global Justice Now, asegura que el aumento de la variante había sido "totalmente evitable" y que las condiciones para su aparición habían sido creadas por los países de ingresos bajos y medios a los que las naciones ricas les han impedido constantemente acceder de manera equitativa a las vacunas.
"Desde hace más de un año, Sudáfrica, Botsuana y la mayoría de los países que hoy se ven afectados han pedido a los líderes mundiales que renuncien a la propiedad intelectual de las vacunas, pruebas y tratamientos contra el coronavirus, para poder ellos producir sus propias vacunas. Es una medida vital que se debatirá en la conferencia de la Organización Mundial del Comercio de la próxima semana. Pero, hasta ahora, el Reino Unido y la Unión Europea han bloqueado imprudentemente su avance”, afirma el especialista.
Para cuando se produzca el debate esta semana, es posible que haya otros países reportando casos de la nueva variante del coronavirus en sus territorios. Para entonces, se habrá hecho tarde otra vez y el mundo tendrá que comenzar a librar una nueva batalla contra la intransigente pandemia que nosotros mismos, consciente o inconscientemente, estamos ayudando a proliferar.
Sencillamente, tal parece que no aprendemos las lecciones o nos negamos a ver el lado aleccionador de nuestros actos. Una vez más la tenue luz que se vislumbraba al final del túnel vuelve a opacarse. Esperemos que esta vez no sea por mucho tiempo.