Grupo Excelencias reconoce la trayectoria del Hotel Principal de Ciudad de México
Los 117 años de historia del Hotel Principal, ubicado en Ciudad de México, han sido reconocidos por el Grupo Excelencias. José Carlos de Santiago, presidente de Grupo Excelencias, en presencia de Miguel Torruco Marqués, secretario de Turismo de México, le entregaba un diploma a Rafael García, el propietario de este hotel que, según palabras de José Carlos de Santiago, “ha mantenido la tradición, la cultura, y que después de su última remodelación, se convierte en un ejemplo para el turismo. Este reconocimiento no es únicamente del Grupo Excelencias, sino de todo el pueblo de México, a quien tiene la tradición y la mantiene”.
Por su parte, Miguel Torruco destacaba que el Hotel Principal “es muy simbólico, porque preserva la identidad cultural e histórica de la ciudad, y eso es lo que más le gusta a quien nos visita, el turista, que es el cliente final. Es un honor estar presente en este reconocimiento”.
Como no podía ser de otra manera, Rafael García se mostraba muy agradecido por este reconocimiento, y tenía también la oportunidad de explicar en profundidad todos los detalles de este emblemático hotel. El edificio, que guarda muchos de los detalles de la época en la que fue construido, allá por el siglo XVIII, ha sido modernizado y puesto al día, de manera que aúna comodidad e historia.
“En 1966, mi padre rentó el hotel al dueño del edificio, el italiano Ernesto Pietrini, y en 1975 comienzo a trabajar aquí. Me gusto mucho y lo comenzamos a remodelar dentro de nuestras posibilidades. Más adelante, se le compra el edificio al señor Pietrini, y desde entonces lo hemos estado remodelando al ritmo que nos da el permiso y las posibilidades económicas. Actualmente, tenemos un hotel de 3 estrellas, con todas las comodidades modernas, aire acondicionado… tras un proceso de 60 años”, contaba García sobre el desarrollo del hotel en la segunda mitad del pasado siglo.
Sobre las dimensiones del hotel, el propietario explicaba que disponen de 87 habitaciones – con una tarifa de entre 1000 y 1500 pesos, dependiendo de la temporada –, todas ellas remodeladas al 100%, además de un bar-restaurante en la terraza, donde sirven los desayunos. Asimismo, cuentan con un restaurante cuyas especialidades son la parrilla y los tacos.
“Tenemos unos tacos que son servidos en unos comales con carbón y queso, el filete arriba y la tortilla hecha a mano, con un gran sabor mexicano. Las mismas salsas mexicanas las hemos ido perfeccionando, buscando un toque que nos diferenciara de cualquier parrilla, muy mexicano y específico para la zona, un centro histórico que tanto América Latina como España lo reconocen como un gran centro histórico”, explicaba sobre la propuesta gastronómica, a la que se añaden sopas, ensaladas, pescado, buenos postres y un gran bar, con vinos mexicanos e importados. Con 160-180 pesos tienes tres tiempos (el menú del día), especificaba el propietario, al ser preguntado por el ticket medio.
También disponen en el hotel de servicio de estacionamiento, y se han ido cubriendo las diferentes necesidades que el paso del tiempo exige. ”En 1906 no había coches, no había televisiones, tan solo existía un baño por casa…”, recuerda García. “Tanto en México como en Europa me di cuenta de cómo iba evolucionando el turismo. Te tienes que ir adaptando, porque si no lo haces desapareces. Y para eso hay que invertir y ser constantes.”, narra el propietario del hotel, en referencia a la importancia de evolucionar en el sector turístico.
Pero más allá de todas estas transformaciones, el legado histórico de este hotel es quizás su gran valor. Y Rafael García no se olvida de alguna de las anécdotas históricas más emocionantes del establecimiento. “En 1910, estalla la Independencia, pero cuatro años antes, en 1906, Porfirio Díaz (militar mexicano que ostentó la presidencia de México) estuvo en la inauguración del hotel. Tenemos también habitaciones donde estuvieron viviendo como estudiantes Octavio Sentíes, quien posteriormente fue regente de la Ciudad de México, o Miguél Alemán, quien recaló allí procedente de Veracruz y llegó a ser presidente de la nación. Hemos tenido a artistas como Lucha Villa, personajes toreros, ya que en dos restaurantes que había a dos calles se hacía la reunión de los toreros por aquel entonces. Todo esto forma parte de una historia que guardan estos muros”, relata.
Para terminar, Rafael García destaca, como elemento más atractivo para el turismo, la ubicación del hotel. “Estamos a tres calles del Zócalo y a tres calles del Palacio de Bellas Artes, en una zona que se ha vuelto emblemática. Nos distinguimos por nuestra ubicación y el buen servicio”.