“El día fuera del tiempo” en Naples, Florida

30 de Agosto de 2010 8:25pm
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“El día fuera del tiempo” en Naples, Florida

La celebración de “El Día Fuera del Tiempo” del Calendario Maya toma cada vez más espacios en el planeta, y no es necesario estar en México o Centroamérica para honrar un calendario mucho más acorde con el cosmos que el gregoriano.

Recientes estudios han mostrado que el segmento de bienestar y salud le genera a la industria turística más de 20 billones de dólares por año, y dentro de este, el nicho holístico ha venido creciendo sostenidamente por la necesidad de ser humano en “consustanciarse” con su medio ambiente y la naturaleza.

Por esta razón, cada vez más personas celebran el 25 de julio como el Día Fuera del Tiempo, y el 26 de julio del mismo calendario gregoriano es el primer día del año maya, que consta de 13 meses de 28 días y 13 lunas llenas.

Desde 1992, y basados en las investigaciones de José Arguelles (de la Fundación Law of Time http://www.lawoftime.org/), en todo el mundo se producen los rituales milenarios mayas el 25 de julio, porque es cuando ocurre la sincronización del sol con la estrella sirio y comienza lo que los astrólogos llaman la revolución solar de la tierra. Ese día reunimos las energías de todo un año, pagamos nuestras deudas personales (espirituales), y tratamos de elevarnos lo más posible para sincronizarnos con el Universo, es decir, entender y respetar sus leyes.

Es por eso que muchos se congregan, desde Japón hasta Argentina; desde Irlanda hasta Sudáfrica; desde Caracas a Austin en Texas; y también en Naples, encantadora ciudad turística de la Florida, a la que viajamos por carro desde Wilmington, Carolina del Norte, especialmente para la ocasión.

Gracias a las redes sociales (FB) y a la Web supimos de los lugares en los que se celebraría oficialmente el Día Fuera del Tiempo. Por motivos personales no podíamos salir de los Estados Unidos en esas fechas (ya lo habíamos celebrado en Chichen Itzá y en Caracas en años pasados), y decidimos contactar a los organizadores del punto de celebración que nos quedaba más cerca: Naples. Quince horas en auto era mucho de un tirón, así que pernoctamos en la mitad del camino aproximadamente, en St. Augustine, una verdadera joya arquitectónica de la cual escribiremos más adelante, ubicada en la famosa “East Coast” norteamericana.

Al día siguiente partimos hacia el sureste de la Florida, hasta llegar a Naples, que está equidistante de Miami y Fort Myers. Salvo a un compatriota venezolano, el fotógrafo Eugenio Escalante Miranda, no conocíamos a nadie personalmente, pero si por Facebook a la organizadora Renee Walsh, quien nos consiguió un hospedaje muy especial, justamente en la propiedad donde se iban a llevar a cabo las celebraciones. Era la noche del 24 de julio, y la luna brillaba en todo su esplendor cuando arribamos al lugar.

Desde muy temprano comenzaron a llegar grupos de personas movidas por ese espíritu comunal, único y verdadero, que estuvo presente durante todo el día. Comenzamos con yoga, impartida por un yoga master de primera categoría, el dulce Allowah, quien posteriormente también trabajó los chacras de Bill y varios participantes con su dijeridou, un instrumento australiano de viento.

La meditación en círculo fue otra de las actividades principales. Lecturas sagradas, comentarios, interpretaciones diversas…, todo tuvo lugar en el mullido césped. Luego, se formaron varios grupos, y algunos fueron cautivados por los sonidos de enormes vasos de cristal, o aprendían a leer su “kin” en el calendario maya. Los niños dibujaban las imágenes del calendario, mientras cocinábamos y comíamos. Muchos trajeron exquisitos platos vegetarianos, y hasta se hizo una mesa redonda sobre casas y aldeas ecológicas.

En Centroamérica todas las pirámides mayas son visitadas por miles de personas cada 25 de julio. En realidad, todas las pirámides son calendarios mayas gigantes. La de Chichen Itzá tiene cuatro escaleras. Cada escalera tiene 91 escalones, que suman 364, y la cúpula representa el día 365, o Día Fuera del Tiempo. Muchos afirman que la manera como esta civilización actual mide el tiempo es lo que hace que vivamos el caos actual que nos atormenta y estresa tanto. Para los mayas el tiempo es la fuerza que sincroniza todo el universo, y lo que cuenta es el aquí y el ahora.

Concluyendo con el tema de este tipo de turismo, son muchas las habitaciones, los refrigerios y los recursos que se logran a través de este tipo de eventos, aunque sean gratuitos. Porque esta es, y está en ley que continúe siendo una actividad de servicio, pero no por ello deja de generar ganancias.

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