China espera recibir más de 4 millones de viajeros internacionales por los Juegos Olímpicos
China será uno de los destinos turísticos más visitados en el 2008, y solo en la versión 29 de las olimpiadas, que se realizará entre el 8 y el 24 de agosto, el país espera recibir más de 4 millones de viajeros internacionales. Pekín, la capital, será el centro principal de las justas, y Qingdao, Hong Kong, Tianjin, Shanghai, Qinghuangdao y Shenyang, las sedes alternas.
El desarrollo turístico del país ha sido vertiginoso. Tanto, que los chinos pretenden superar, este año, los 49,6 millones de visitantes extranjeros que recibieron en el 2006 y, de paso, desplazar del primer lugar de preferencia de los viajeros a Francia antes del 2020. Esto ocurre mientras China está a punto de convertirse en la tercera potencia económica del mundo, cuando en el 2008 rebase a Alemania y quede solo por debajo de Estados Unidos y Japón.
Para estar a la altura de las expectativas, el gobierno chino ha construido o renovado 37 instalaciones deportivas, así como 59 centros de entrenamiento y ha trabajado en la reactivación de diversas zonas de interés turístico.
Es así como la ruta de la ciudad antigua contará con vehículos de techo abierto para pasear a los turistas por los típicos hutongs o callejones estrechos rodeados de siheyuan o casas compuestas de múltiples habitaciones que circundan un patio central, y en cuya remodelación se invirtieron 2,4 millones de dólares.
Entre tanto, un contingente de buses de dos pisos cubrirá la ruta del nuevo Pekín para mostrar a los visitantes la parte moderna de la ciudad. En total, el gobierno ha invertido unos 40.000 millones de dólares en adecuaciones y escenarios deportivos.
También se han construido más de 400 nuevos hoteles que ya registran lleno completo -se calcula que este año Pekín tendrá 800 hoteles y 4.000 hostales para recibir a los visitantes-, mientras que la demanda de entradas a las competencias ha superado toda expectativa comparado con olímpicos anteriores.
El tamaño, sin embargo, no lo es todo. "Los chinos están trabajando mucho en cuanto a la amabilidad, porque si bien las personas encargadas de guiar al turista son atentas, el común de la gente no es tan amable con el visitante extranjero", afirma Arturo Bravo, funcionario del viceministerio de turismo de Colombia, que recientemente llegó de China.
Según él, en ese país ya existe muy buena información y señalización en inglés, en sitios como el aeropuerto y los hoteles. Sin embargo, anota que la abismal diferencia idiomática con el español genera limitaciones, especialmente para los latinoamericanos que deseen explorar fuera del circuito turístico oficial.
Más allá de los olímpicos, los chinos buscan resaltar su patrimonio cultural, por lo que entre junio y julio, justo antes de los juegos, se realizará el Festival de Turismo Cultural de Shichahai, en el centro de Pekín.