Colombia cierra el 2007 como su mejor año turístico en la última década
Fuente: Periódico El Tiempo
Colombia. Con una ocupación hotelera cercana al 60 por ciento y un flujo de visitantes del exterior rondando los 1,4 millones de personas, el 2007 cerrará como el mejor año de la última década en lo que se refiere al turismo, considerado uno de los sectores con más importante proyección económica y social por su generación de divisas y capacidad para dar empleo en este país.
Aunque las cifras podrían ser mejores si se comparan con las de otros países, distintos factores hacen que todavía Colombia no tenga la capacidad para competir frente a otros destinos. Empero, los datos señalan que por lo menos ya la nación es tenida en cuenta, y en particular ciudades como Bogotá, Medellín y Cartagena han sido incluidas y recomendadas como centros para hacer negocios y turismo. Importantes cadenas hoteleras internacionales están regresando o instalándose, con ambiciosos proyectos de inversión.
La inseguridad, en primer término, y la poca infraestructura de servicios, en segundo lugar, son los factores que más limitan las posibilidades de la llamada industria sin chimeneas para que este país desarrolle sus potencialidades, acerca de las cuales hay un reconocimiento general.
Contrastan, por ejemplo, con el flujo creciente de turistas extranjeros el escuálido aeropuerto El Dorado de Bogotá y la creciente confusión que reina sobre los alcances de su ampliación. Y, para las clases medias, que han redescubierto el placer de viajar por tierra, el estado de las carreteras del país es verdaderamente lastimoso. No han cambiado en años, y las filas tras las pausadas tractomulas, por la mal concebida doble línea amarilla, siguen siendo una verdadera pesadilla para los conductores.
El mantenimiento de los esfuerzos en seguridad y la construcción de mejores condiciones de operación, aspectos en los cuales debe haber un compromiso permanente del Gobierno y el sector privado, serán determinantes para continuar el crecimiento del turismo receptivo.
Sin embargo, a la par con esos factores, el mejoramiento de la imagen de Colombia en el exterior constituye una prioridad, y aunque en este sentido hay que destacar el trabajo de entidades como Proexport, que a través de distintos programas y campañas de promoción busca demostrar las bondades del país, es una tarea que se debe intensificar aún más y hacerla permanente.
El turismo local también ha tenido un importante repunte en los últimos años y, en especial, las cifras del 2007 son elocuentes: un incremento cercano a 30 por ciento del número de vehículos que se registraron en los peajes en las distintas carreteras del país. Nuevamente, el mejoramiento de las condiciones de seguridad interna ha sido factor muy importante, seguido por el buen momento de la economía, que permite a los colombianos destinar una parte de su ingreso marginal a la recreación y el esparcimiento.
De todas formas, en el turismo, como en otros campos, hay que ser pragmáticos, en el sentido de que es mucho lo que se debe hacer antes de pregonar que Colombia es o está cerca de convertirse en una potencia. Llegar allí requiere años de trabajo serio y planeado. Y los avances logrados deben servir, ante todo, para dinamizar la construcción de una infraestructura adecuada, sin la cual atender mayores flujos de turistas no será posible.