Consideran visitas al templo de Shaolin, una amenaza a su esencia

05 de Septiembre de 2014 4:03am
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El creciente interés mundial en el templo de Shaolin, conocido internacionalmente por el kung fu y sus monjes guerreros, provoca un creciente debate en China y preocupaciones por su posible impacto negativo en la icónica institución budista.
 
El templo de mil 500 años de existencia, cuyo nombre significa monasterio del bosque joven y está vinculado al budismo chan, es requerido por numerosos ejecutivos, empresarios y profesionales de todo el mundo, dispuestos a pagar 800 dólares mensuales para conocer sus secretos.
 
Esta nueva ola de interesados desde lugares insospechados, que responde a un modelo empresarial que ayuda a mantener el futuro de Shaolin, también a juicio de especialistas ocasiona malestar porque podría poner en peligro los vínculos del templo con su pasado.
 
A esto se une que Shaolin se ha convertido en lugar obligado de visita de miles de turistas, quienes cada día pasean por los terrenos que solían ser el tranquilo retiro de 13 famosos guerreros que -según la leyenda- derrocaron a un despótico caudillo y su ejército durante la Dinastía Tang (618-907).
 
Recientemente, Shi Yongxin, abad del templo y su trigésimo guía espiritual, afirmó al diario China Daily que "perseguimos una vida pacífica y sencilla❝ nuestro objetivo final es conseguir la iluminación de Buda y ayudar a otros en ese camino".
 
Shi ejerce su liderazgo desde una silla de madera laqueada tallada con dragones, junto a tres monjes guerreros en cuyas posturas se pueden detectar algunas del kung fu, como las del mono y la grulla.
 
Este ambiente recuerda una estampa de leyenda, el remanente de una era del pasado con un encanto particular que destruye el sonido de un teléfono inteligente que el Abad busca en su túnica para leer el mensaje recibido y devolverlo a las profundidades de su vestidura naranja, según contó el diario.
 
Analistas en Beijing consideran que la iluminación no es el objetivo de todos los monjes del templo de Shaolin, en especial de quienes están dispuestos a pagar por la sabiduría del kung fu que otros ofrecen.
 
Durante muchos siglos ese conocimiento permaneció en misterio absoluto, solo a disposición de los monjes que poblaban estas vetustas construcciones ubicadas en la montaña Song, de la provincia central de Henan, quienes a su vez mantenían en secreto sus habilidades físicas y mentales.
 
Según el comentario del periódico, en la actualidad el templo aún está bajo un manto de secretos, pero ahora no están vinculados con la iluminación de Buda y el kung-fu, "sino con la confidencialidad corporativa de una entidad empresarial independiente".
 
Hace apenas un mes, la prensa local publicó reportes sobre la participación de monjes de Shaolin en un seminario organizado por Alibaba, el gigante del comercio en línea de China, donde se negoció que los monjes guerreros fueran personales de juegos ideados para móviles inteligentes.
 
En esa ocasión, Lin Xiaosong, presidente de la Corporación de Desarrollo de Redes Dengfeng Tiandizhizhong, dijo que Shaolin podría usar sus monjes guerreros como personajes en un juego que integraría kung-fu, espadas y varas para enseñar artes marciales de forma interactiva.
 
Establecido en Shaolin durante las dinastías Sui y Tang (581-907), el kung fu fue proclamado en la dinastía Song (960-1279) como la única escuela de artes marciales chinas y desde entonces ha sido un centro de excelencia.
 
Según se reportó, Shaolin fue el primer templo en China en digitalizar su negocio y ahora tiene nueve compañías subsidiarias, dedicadas a estudios de artes materiales, caligrafía, medicina, alimentos y cinematografía, entre otros.
 
La diversidad de los negocios y la afluencia de alumnos de otras partes del mundo no toman de sorpresa a los observadores, ya que ese santuario fue el primer templo en China en contar con su propio dominio en internet en 1996 y desde 2001 tiene un sitio web que publica sus secretos, una novedad en su larga historia.
 
Pero, además, la modernización de Shaolin se refleja en sus negocios en línea a través de la popular plataforma de ventas Taobao, donde comercializa vestuarios para la meditación, velas, camisetas, relojes y un libro de Medicina Shaolin a un precio equivalente de mil 600 dólares.
 
Eso, sin contar que desde 2012 Shaolin abrió cuenta en la red social Weibo, el similar chino de Facebook, donde cuenta con 60 mil seguidores, y que toda el área de la remota montaña donde está ubicado el templo cuenta con servicios de wi-fi.
 
La mayoría de sus monjes jóvenes utilizan móviles de tercera y cuarta generación, tabletas y otros muchos artilugios electrónicos modernos de comunicación y muchos de ellos opinan que "ya desapareció la era de sentarse a meditar con la luz de un candil" (Tomado de PL).
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