Costa Rica: Nature Air, primera aerolínea en lograr el carbono cero
Costa Rica. "Si emitimos, compensamos", es el lema de Nature Air, compañía aérea de este país que quiere convertirse en la aerolínea más ecológica del mundo.
"Turismo ecológico", "responsabilidad", "carbono cero" son las palabras que más se oyen en esta pequeña compañía, fundada por el estadounidense Alex E. Khajavi en agosto del 2001, que vuela a 17 destinos, uno en Panamá, 14 de ellos a menos de 5 kilómetros de un parque nacional.
"Compensamos el 100% del carbono que emitimos en cada vuelo", explica a la AFP Alexi Huntley, hijo del fundador y gerente comercial de Nature Air.
Es cierto que tanto los destinos en un país que ha hecho del turismo ecológico su principal atractivo internacional, y el hecho de que el 78% de los 145.000 pasajeros que utilizaron sus pequeños aviones bimotor Dash-6 Twin Otter el pasado año fueran a un parque nacional contribuyen a poner en marcha esta "cultura" de empresa.
Pero sobre todo en Nature Air pretenden convertirse en la voz de la conciencia de todas las aerolíneas: "si nosotros lo hacemos ¿por qué ustedes no lo pueden hacer también?", dice Huntley, antes de precisar: "podemos ser la primera, pero no la única" que compensan en su totalidad sus emisiones de carbono.
Desde 2004, antes de que mucha gente supiera lo que significa "cambio climático", la compañía ha entregado unos 78.600 dólares al Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (FONAFIFO) del ministerio del Ambiente costarricense por las 29.600 toneladas de CO2 que han emitido sus aviones, para proteger unas 245 hectáreas en la Península de Osa en manos privadas, y en el corredor biológico de Piedras Blancas, en el suroeste del país.
Porque "la mayoría de la deforestación está sucediendo en propiedades privadas. Es ilegal cortar árboles de bosque primario pero está sucediendo", dice Huntley.
La buena noticia es que cada vez hay más propietarios que quieren participar en el programa, aunque son más que los inversionistas dispuestos a financiar la conservación, pese a que unas 65 empresas colaboran en esta iniciativa, 45 de ellas turísticas.
Tanto los ingenieros forestales de FONAFIFO en tierra como los pilotos de Nature Air desde el aire monitorean el bosque antes de pagar: "Si la finca está protegida, se paga", es la política de la casa, que prefiere conservar más de lo que emite para tener "un colchón de seguridad".
A diferencia de otras compañías aéreas que compensan por pasajero y le hacen pagar a éste por la protección del medio ambiente, la política de Nature Air es compensar por el 100% de las emisiones de carbono con sus propios recursos.
"No podemos disculpar ni justificar que si sólo hemos vendido el 60% vamos a compensar por el 60%", dice Huntley, quien asegura que "la mayoría de la gente cuando se compra el tiquete no sabe que está compensando el 100% de las emisiones carbono del vuelo".
En tierra, toda la flotilla de vehículos y máquinas de la compañía funcionan con aceites reciclados de fritura provenientes de restaurantes.
A través del programa "Nature Kids", la compañía también financia la enseñanza del inglés en cuatro escuelas en la Península de Osa a niños sin recursos, gracias a las donaciones de los pasajeros, que son en el 60% estadounidenses.
"El éxito de Nature Air es que no tenemos la experiencia de aviación, venimos más de la industria turística por lo que tenemos más la visión de los viajeros. Somos viajeros", resume Huntley.
Un éxito que se puede ampliar si en menos de 12 meses ponen en marcha su plan de abrir más destinos a Panamá e iniciar vuelos a Nicaragua, Guatemala, Honduras y "tal vez" Colombia.
Todo un desafío en esta época de crisis en que han perdido el 15% de los turistas, el 25% de Estados Unidos.