Crece flujo de turistas a Cuba
En lo que va de enero, ha crecido en un 33% las pernoctaciones en todos los hoteles del país, afirmó Ibrahím Ferradaz, ministro cubano del Turismo, quien explicó que tal incremento se logra frente a igual período previo con un comportamiento muy bajo, pero aún así refleja una importante recuperación de los flujos de viajeros hacia la ínsula.
Esa tendencia al alza, dijo, la viene experimentando Cuba a partir de octubre, con énfasis en los arribos registrados en noviembre y diciembre, mes ese último en el cual se rompieron los récords históricos de vacacionistas en varios polos.
Tal es el caso de Varadero, donde la llegada del 2003 fue festejada por 21 756 veraneantes foráneos, cifra que constituyó una nueva marca de presencia de visitantes para un día en esa ciudad balneario matancera ubicada a 120 kilómetros al este de La Habana.
La cota anterior de personas alojadas allí en una jornada se estableció el pasado 30 de diciembre, con 20 912, cuantía que excedió a la reportada en febrero del 2001, cuando se alcanzó en una noche poco más de 20 700.
Ferradaz comentó que la Isla enfrentó las secuelas de la restricción de las llegadas internacionales, a causa de los atentados terroristas del 11 de septiembre y de otros azotes, con una cultura de ahorro, que deberá persistir aunque se mantengan los signos de reanimación de la rama.
El alto funcionario planteó la prioridad dada a la exploración de todas las reservas posibles de eficiencia y a la disminución de los costos y los gastos, y puntualizó que nunca se regaló el producto cubano, pues se respetaron los acuerdos de precios fijos.
El ministro llamó a tener en cuenta la posibilidad de la incidencia en la esfera de otras situaciones externas de corte negativo, como la quiebra de aerolíneas y turoperadores, el aumento del costo de los combustibles y la reiteración desmedida de mensaje belicistas.
A trabajar con optimismo y con la mirada puesta en los años venideros, instó finalmente el titular a los presentes en la asamblea de balance anual del Buró de Convenciones de Cuba, efectuada en el hotel LTI Panorama, propiedad del Grupo Gaviota y operado por esa cadena alemana.