El sol, beneficios y perjuicios a la salud

23 de Septiembre de 2014 6:56am
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El mar, sea en el lugar que sea, es un lugar ideal para pasar unas agradables, divertidas y enriquecedoras vacaciones. Playas de ensueño, lugares paradisíacos y un sin fin de atractivos que podemos encontrar, harán que los días de descanso sean una experiencia inolvidable.

Tomando las precauciones adecuadas es factible sacarle partido a las horas que dedicamos a tomar el sol. La piel, el sistema inmune o el descanso se benefician notablemente de su acción. De igual forma fortalece huesos y dientes, equilibra el colesterol, disminuye la presión sanguínea, hace que desaparezca la depresión, mejora el sueño, favorece la vida sexual y así algunas más.

Sin embargo, debemos tener presente que el sol, por la exposición a los rayos ultravioletas, provoca que las células se vuelvan disfuncionales. El sol nos puede provocar perjuicios de forma aguda y a largo plazo, cuando nuestra piel recibe luz ultravioleta en exceso y en un corto tiempo, se produce una quemadura de la piel, estas últimas, al estar dañadas producen menos colágeno y elastina, las sustancias que permiten tener una piel saludable.

Además, la capa superior puede volverse más delgada y las células no serán capaces de desprenderse de las capas muertas. Es por esto que se observan más infecciones virales, como las verrugas, en los meses de verano.

A largo plazo vemos que las células de la piel no logran reparar todo el daño de sus genes y se origina el cáncer en la piel. Además se dañan las células que producen las sustancias que conforman la dermis y la remodelan, por lo que se observa un envejecimiento prematuro de ésta. Los efectos del sol son acumulativos, tanto los efectos que llevan al cáncer de piel como al envejecimiento prematuro cutáneo.

Hemos de tener presente algunos aspectos que afectan más a una persona que a otra, por ejemplo la facilidad para que la piel se ponga roja bajo el sol, la edad, época del año y hemos de tener presente que los protectores solares no son suficiente para proteger la piel. 

Debemos tomar sol de manera segura. La exposición debe realizarse antes de las 10 o después de las 16, siempre con protector solar. Para esto, la regla de la sombra resulta muy útil: no hay que exponerse al sol cuando la sombra es más corta que la estatura. El protector debe renovarse cada 2 horas y colocarse media hora antes de la exposición. En la playa debemos asegurarnos de pasar las peores horas a la sombra, cubrirse el cuerpo con ropa clara y usar gorro-

Hidratarse es muy importante, se aconseja tomar mucha agua y aplicarse crema humectante después del baño. La piel expuesta al sol se deseca mucho, por lo tanto, deben elegirse protectores que contengan humectantes y antioxidantes.

De igual forma es importante proteger los ojos del sol. Además de en la piel, los rayos del sol pueden producir quemaduras y lesiones en los ojos. El resultado pueden ser daños en la córnea y en la retina que pueden llegar a ser irreversibles. Usar gafas de sol es una medida de protección fundamental para evitar los efectos negativos

Algo que dejamos para el final, pero es de vital importancia es que a los niños tenemos que protegerlos de manera marcada, estos suelen ser más vulnerables a los riesgos ambientales que los adultos. Cuando estén al aire libre, hay que protegerlos de la exposición a los rayos ultravioletas y mantenerlos hidratados. Los bebés deben permanecer siempre a la sombra.

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