Energía alternativa en la Sierra Maestra
Santiago de Cuba, posee un envidiable potencial natural y científico para el uso de las energías limpias y el cuidado del medio ambiento.
La provincia de Santiago de Cuba no solo es una de las más caribeñas, sino además una de las que muestra más fehacientemente la exuberante naturaleza de Cuba. Tiene a su vez excelentes pautas en la conservación del medio ambiente, lo cual la distingue y la hace sobresalir. Este territorio dedica así sus esfuerzos al uso de las energías limpias en los más amplios sentidos.
Hace más de 30 años fue fundado en Santiago de Cuba el Centro de Investigaciones de Energía Solar (CIES), perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. Este privilegio está fundamentado en sus significativas condiciones naturales, teniendo en cuenta la alta radiación solar que prácticamente durante todo el año está presente y el potencial científico-técnico existente en ese territorio del oriente cubano.
El CIES, concebido para el ciclo completo de investigación-producción, ha sido un motor que ha movido infinidad de resultados que hoy son realidad y ejemplos palpables, convirtiéndose en el foco de atracción para estos temas, junto a la Universidad de Oriente. El centro cuenta hoy con 12 patentes e invenciones relevantes.
Manual de Radiaciones Solares y colaboración en el Caribe
Dotado de un conjunto de investigadores, técnicos vinculados a la actividad científica y un alto número de másteres en Ciencia, el CIES ha brindado resultados prácticos, replicables para toda Cuba y los países del Caribe en general.
Significativos han sido los diseños y construcciones de secadores solares para madera y productos agropecuarios y medicinales, conocidos dentro del campo de la medicina verde.
Asimismo, aquí se proyectaron y construyeron calentadores solares de tipo compactos, de especial uso en la Isla, así como también se elaboró el Manual de Radiaciones Solares de Cuba, de alto contenido científico.
Mención aparte merece el diseño y construcción de cocinas solares y cocinas de biomasa. Estas últimas de utilidad máxima en las comunidades y viviendas en el intricado lomerío de la Sierra Maestra, que es parte inseparable y representativa de Santiago de Cuba.
Un aspecto relevante ha sido el desarrollo de la tecnología de cultivos de microalgas, dirigidas muy especialmente a la industria farmacéutica y como suplementos proteicos y vitamínicos para la alimentación animal.
La colaboración con la República de Haití en el desarrollo de las energías limpias ha tenido también destacada relevancia, por ser este un país necesitado de apoyo en esta área de la tecnología y el conocimiento. Proyectos de capacitación, electrificación y abastecimiento de agua, tomando como fuente de energía sistemas fotovoltaicos, entre otros, dejan un saldo de positiva y mutua colaboración.
Electrificación con energías limpias en comunidades aisladas
Se contabilizan más de 450 instalaciones electrificadas con energía solar fotovoltaica en comunidades rurales de la Sierra Maestra en Santiago de Cuba, dedicadas fundamentalmente a la producción de café y al cultivo del plátano, la malanga, el ñame –tubérculo este muy apreciado en esta región oriental– y los frutales, donde destacan el mango, el mamey, el anón y otros.
Así se han electrificado, con energía solar fotovoltaica, viviendas, círculos sociales, casas de video, escuelas que cuentan con televisores y computadoras, consultorios del médico de la familia, policlínicos e instalaciones propias del turismo.
A ello se suma el conjunto de pequeñas centrales hidroeléctricas que están enclavadas muchas de ellas en medio del macizo montañoso, contribuyendo también a la electrificación en lugares muy apartados.
Del mismo modo se disfruta del beneficio de un significativo número de pequeñas plantas de biogás, que aprovechan los desechos orgánicos y son útiles tanto para la cocción de alimentos como para el calentamiento de agua.
Todo lo anterior es un enorme esfuerzo por elevar la calidad de vida de los campesinos y familias que residen en estas zonas, y consolidar su indispensable permanencia productiva en las montañas.
Santiago de Cuba ha sido también una de las primeras provincias de Cuba en utilizar la biomasa forestal como fuente de generación de energía eléctrica, a su vez evitando la contaminación de las áreas forestales.
Este es el ejemplo de la Empresa Forestal Santiaguera, con su conocido aserradero de madera, bajo el nombre de El Brujo, donde se ha asimilado en muy corto tiempo esta tecnología relativamente nueva para Cuba y que con su experiencia se continuará seguramente extendiendo a otros territorios del país.
Al visitar las comunidades electrificadas con fuentes de energías limpias, visitar las escuelas rurales, donde sin excepción todos los niños asisten a la escuela, y los centros asistenciales de salud, donde todos los pobladores reciben gratuitamente atención médica, no puede evitarse la admiración por este esfuerzo y el buen uso de la tecnología para satisfacer las necesidades y sueños de los habitantes de estos alejados parajes.
Todo esto y mucho más es el esfuerzo de la querida provincia de Santiago de Cuba, conocida y respetada internacionalmente por su identidad propia, su historia y su encomiable naturaleza y cuidado medio ambiental, ahora mejor que nunca con el uso de las energías limpias.
El autor Manuel Menéndez es Ingeniero Industrial, profesor y experto en temas medioambientales y energías renovables