España: La OMT espera que el turismo puede dar solución a los retos del cambio climático y la pobreza

14 de Marzo de 2007 12:01pm
godking

España. La OMT afirma que el mundo ha de responder de forma holística al doble reto del cambio climático y la pobreza, y que el sector turístico puede contribuir efectivamente a aportar soluciones. El Secretario General de la organización, Francesco Frangialli, afirmó que "en los últimos años, dirigentes de todo el mundo han señalado una serie de retos de repercusión claramente mundial, siendo la pobreza extrema y el cambio climático los más acuciantes. Para responder a ellos es preciso innovar y cambiar los comportamientos, y el turismo puede y debe contribuir a dar solución a ambos problemas".

Explicó también que "la OMT ha trabajado activamente en estas cuestiones durante algunos años, y está decidida a buscar políticas equilibradas y equitativas para alentar un consumo responsable de energía, así como unas pautas de actuación que promuevan la lucha contra la pobreza. Este compromiso puede y debe conducir a un crecimiento verdaderamente sostenible, enmarcado en los objetivos de desarrollo del Milenio.

"El turismo mundial se adentra en una nueva fase histórica de crecimiento, que comenzó hace tres años. En el 2005 traspasó la barrera de los 800 millones de llegadas internacionales. El año pasado, llegó a los 842. Esta nueva fase se caracteriza por un tipo de crecimiento más sólido y más responsable", explicó el Secretario General de la OMT, Francesco Frangialli, en su discurso durante la inauguración de la ITB (la feria internacional de Berlín).

De acuerdo con las cifras de la OMT, este incremento representa un crecimiento superior al 20% en el espacio de tres años, lo que equivale a 150 millones de visitantes adicionales. África registró el crecimiento más sobresaliente, como ocurrió también en 2005. Asia y el Pacífico y América Latina también obtuvieron resultados destacados y Oriente Medio demostró una resistencia notable a pesar de las convulsiones sufridas por la región.

Si bien Europa se mantuvo a la altura de las cifras de crecimiento mundial, el Sr. Frangialli subrayó los excelentes resultados de las llegadas internacionales a Alemania, que aumentaron casi un 10% gracias, en gran parte, al efecto de la Copa Mundial de Fútbol. La experiencia alemana pone de relieve el nexo positivo que existe entre el deporte y el turismo, una de las razones que explica las estrechas relaciones entre la OMT y la FIFA de cara a la Copa Mundial de Fútbol de Sudáfrica en 2010. Los grandes eventos deportivos pueden impulsar el turismo que, a su vez, puede integrarse en los esfuerzos de desarrollo socioeconómico.

Los intercambios turísticos benefician primordialmente a los países del Sur

El fuerte y continuado crecimiento del turismo en los últimos cincuenta años es uno de los fenómenos más notables de nuestros tiempos. A pesar de las diversas crisis que se han abierto, algunas de las cuales han afectado obviamente a los movimientos turísticos, este gran sector sigue creciendo de forma constante.

-El número de llegadas de turistas internacionales ha pasado de 25 millones en 1950 a 842 millones en el 2006, un aumento que equivale a un crecimiento medio anual de alrededor del 7% durante un largo periodo.

-Los ingresos generados por estas llegadas -sin incluir las ventas de pasajes aéreos ni los ingresos por turismo interno- han aumentado un 11% anual (ajustado a la inflación) en el mismo espacio de tiempo, un porcentaje que supera el índice de crecimiento de la economía mundial en su conjunto.

-Los ingresos por turismo internacional alcanzaron los 680.000 millones de dólares de los Estados Unidos en 2005 (547.000 millones de euros), lo que lo convierte en una de las principales categorías del comercio internacional.

-Dependiendo del año, este volumen comercial iguala o supera al de las exportaciones de petróleo, de productos de alimentación o incluso de automóviles y equipos de transporte.

-El turismo, en sentido estricto, representa una cuarta parte de todas las exportaciones de servicios, y el 40% si se incluye el transporte aéreo.

-Su cuota de los flujos de inversión extranjera directa, aunque aún limitada, ha crecido espectacularmente entre 1990 y 2005.

El turismo ha demostrado ser un elemento destacado de la balanza de pagos, además de una actividad que utiliza mucha mano de obra y abre oportunidades para las pequeñas empresas que ofrecen productos y servicios al sector. Su incidencia es especialmente notable en las actividades agrícolas y pesqueras locales, en la artesanía y en el sector de la construcción. En esos países, el turismo crea numerosos empleos directos e indirectos, constituye un terreno fértil para la iniciativa privada, sirve de puntal para el desarrollo de una economía de mercado en la que pueden expandirse y florecer las pequeñas y medianas empresas y, en las zonas rurales pobres, constituye a menudo la única alternativa a una agricultura de subsistencia en declive.

Por una parte, el turismo puede contribuir a la reducción de la pobreza

La expansión geográfica y la gran cantidad de mano de obra que por naturaleza utiliza el sector turístico extienden las oportunidades de empleo, un hecho particularmente relevante en las zonas remotas y rurales donde más pobreza existe. La atenuación de la pobreza se ha convertido en una condición indispensable para la paz, la conservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible, además de ser una obligación moral para un mundo próspero, en el que las diferencias entre naciones pobres y ricas parecen haberse ampliado en los últimos años.

Las estadísticas de la OMT muestran la creciente fortaleza del sector turístico en los países en desarrollo:

-Los ingresos por turismo internacional para los países en desarrollo (de ingresos bajos y de ingresos medios bajos y medios altos) superarán pronto los 250.000 millones de dólares de los Estados Unidos.

-El turismo es uno de los principales sectores de exportación de los países pobres y una fuente principal de divisas en 46 de los 49 países menos adelantados.

A través de su programa ST-EP (Turismo Sostenible – Eliminación de la Pobreza), la OMT ha puesto en marcha un marco para la atenuación de la pobreza, vinculando su anhelo tradicional de promover el turismo sostenible con los objetivos de desarrollo de las Naciones Unidas para el milenio y su propio Código Ético Mundial.

Hasta la fecha, se ha aprobado la financiación de 13 proyectos ST-EP, por un importe de alrededor de un millón de dólares de los Estados Unidos, que beneficiarán a 18 países (Etiopía, Gambia, Guinea, Honduras, Kenya, Lao, Madagascar, Malí, Mozambique, Tanzanía, Viet Nam y Zambia, así como un proyecto regional en el África occidental). Además, la OMT está llevando a cabo otros 25 proyectos ST-EP financiados por el Servicio Holandés de Cooperación al Desarrollo (SNV) por un total de alrededor de 1,2 millones de dólares (Albania, Camboya, Camerún, los países de la Comunidad de Desarrollo del África Austral, Etiopía, Montenegro, Nepal, Níger, Rwanda y Uganda). Italia está financiando otros 8 proyectos ST-EP (Colombia, Ghana, Guatemala, Nicaragua, Malí), y se ha aprobado la financiación de nuevos proyectos para 2007.

Por otra parte, el turismo es víctima y vector de los problemas del cambio climático
Unas condiciones climáticas favorables son un atractivo fundamental para un destino, y especialmente para los destinos de playa, que siguen dominando el panorama turístico. El turismo de montaña o los deportes de invierno también dependen en gran medida de las condiciones climáticas y meteorológicas específicas. En general, para cualquier forma de actividad turística que se desarrolle al aire libre, una información precisa sobre el clima y las condiciones meteorológicas es fundamental para planificar y llevar a cabo viajes y programas. El clima puede incidir además en un amplio espectro de recursos que también son básicos para el turismo, como el suministro y la calidad del agua potable.

Si las condiciones climáticas se vuelven adversas, se podrían derivar graves daños para las operaciones turísticas y para las comunidades receptoras que dependen de ellas.
Directamente, la variabilidad del clima y unos patrones meteorológicos cambiantes pueden afectar a la planificación de los programas turísticos e incidir notablemente en el bienestar de los turistas, en sus decisiones sobre viajes y, en último término, en los movimientos turísticos. Indirectamente, el cambio climático puede tener una repercusión significativa en las actividades turísticas, al alterar el entorno natural que constituye a la vez un atractivo clave y un recurso primordial para el turismo.

Al mismo tiempo, el transporte, la médula espinal de los viajes y del turismo, es un reto evidente: no sólo el más visible transporte aéreo, con su relación directa con los gases de efecto invernadero, sino también el transporte terrestre, fundamental en el turismo intrarregional e interno, y los cruceros, uno de los segmentos de mayor crecimiento del sector. En este contexto, mantenemos una colaboración especialmente estrecha con la Organización de Aviación Civil Internacional a fin de garantizar que la verdadera dimensión del turismo se refleje en su trabajo en este campo.

Sin embargo, el cambio climático también ofrece algunas oportunidades y puede inducir la reorganización tanto de la demanda turística como de los patrones de suministro. Por ejemplo, unas temperaturas extremadamente elevadas en la temporada alta de los destinos turísticos costeros podrían reducir la motivación de los turistas para viajar, pero también podrían incrementar las visitas en temporada media o incluso en unos inviernos más templados. Además, pueden desviar a los turistas tierra adentro o a zonas costeras de mayor altitud y temperaturas más frescas. La temporada estival de las regiones de montaña, al mismo tiempo, podría alargarse y generar una demanda creciente, aunque eso podría incidir de nuevo negativamente en el entorno.

Sea cual sea la evolución del medio ambiente, el turismo no puede considerarse de forma aislada. Los principales cambios en los patrones de la demanda llevarán a mayores impactos en muchos ámbitos de la política económica y social como, por ejemplo, el empleo y la demanda laboral, y en cuestiones de política regional como la vivienda, el transporte y las infraestructuras sociales. Los efectos secundarios podrían influir en otros sectores como la agricultura -que abastece la demanda de los turistas-, la artesanía, las redes locales de pequeñas empresas, etc.

Reconociendo la elevada dependencia de las actividades turísticas respecto a las condiciones climáticas, y la alta vulnerabilidad de muchos destinos a los efectos del cambio climático, la OMT dio un primer paso importante para abordar las complejas relaciones entre el cambio climático y el turismo al convocar la I Conferencia Internacional sobre Cambio Climático y Turismo en Djerba (Túnez) en 2003. La conferencia reunió a delegados de 53 países, procedentes de la comunidad científica, de organismos de las Naciones Unidas, del sector turístico, de ONG, de administraciones nacionales de turismo y de departamentos de medio ambiente, así como de gobiernos locales. El principal resultado fue la Declaración de Djerba sobre Turismo y Cambio Climático, un marco básico para las futuras medidas de las distintas partes.

El camino adelante

Este año, para sensibilizar aún más a las partes y entender mejor esta compleja relación, hemos convocado dos conferencias que darán seguimiento a la de Djerba, en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, con quien trabajamos codo a codo en todas estas cuestiones.

-La primera será una Cumbre Mundial en Davos (Suiza) a principios de octubre y reunirá a expertos de ministerios de turismo y medio ambiente, instituciones universitarias y centros de investigación para un debate técnico de alto nivel y la búsqueda de posibles cursos de actuación.

-El resultado de este primer evento se presentará en la Conferencia Ministerial de Londres, el 13 de noviembre, celebrada por el Gobierno del Reino Unido en el contexto del World Travel Market, para recomendar decisiones políticas en este ámbito.

"El cambio climático y la atenuación de la pobreza seguirán siendo preocupaciones fundamentales para la comunidad internacional. El turismo es un elemento importante en ambos casos. Los gobiernos y el sector privado deben conferir mayor relevancia a estos factores en las estrategias de desarrollo turístico y en las de cambio climático y pobreza. Son interdependientes y deben tratarse con un enfoque holístico, lo cual exige un crecimiento más responsable. El turismo se ha convertido en víctima y vector del cambio climático. Nuestro sector debe reducir sus emisiones; también tiene que adaptarse", afirmó el Sr. Frangialli. La OMT, por lo tanto, ha adquirido el compromiso firme de asumir el liderazgo para evolucionar hacia un crecimiento más responsable del turismo, teniendo en cuenta que "el desarrollo turístico significa, ante todo, progreso social, creación de empleo y atenuación de la pobreza", concluyó.

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