España: Naciones del Mediterráneo debaten como prepararse para enfrentar el cambio climático
España. Unas vacaciones clásicas junto al Mediterráneo incluyen tomar sol en la playa y bañarse en el mar. Pero dependerá del cambio climático si esta situación sigue siendo así en el futuro. Nadie puede predecir hasta ahora qué influencia tendrá el calentamiento global sobre el turismo en esta zona. Pero hay algo que, según los investigadores, está claro: "El cambio climático es el mayor desafío para el turismo", como declaró hace poco Antonio Navarra, del proyecto CIRCE (Cambio Climático e Investigación de Impacto: el Medio Ambiente del Mediterráneo), en un seminario sobre el tema celebrado en la universidad de París.
"La costa italiana es un buen ejemplo", comentó Navarra. "Allí el turismo evolucionó en los últimos años, de manera que la clásica vida playera apenas tiene un papel", dijo.
Muchos turistas llegan atraídos por otras ofertas de entretenimiento. Piscinas, discotecas, desfiles de moda, cursos de yoga y otras actividades se volvieron cada vez más importantes.
Filio Triandafillidou del Ministerio de Turismo griego se mostró confiado: “Tenemos que desarrollar nuevas formas de turismo: turismo de aventuras, cultural o de conferencias, por ejemplo”, dijo. Posiblemente en el verano habrá menos turistas, porque hará demasiado calor.
A cambio, la temporada podría extenderse hasta bien entrado el otoño. CIRCE ya desarrolló varios escenarios para poder valorar mejor las posibles consecuencias del cambio climático en el Mediterráneo.
Así, por ejemplo, la ciudad costera egipcia de Alejandría, ubicada en el delta bajo del Nilo, corre especial peligro en el caso de un aumento del nivel del mar. Y por los veranos más cálidos allí podrían extender rápidamente las enfermedades.
En las costas de Valencia, en España, el agua del mar corre el riesgo de contaminarse cada vez más, porque debido a los cambios del clima van a parar al agua más pesticidas de la agricultura.
"El turismo es tanto causante como víctima del cambio climático", destacó Jean Paul Ceron, de la Universidad de Limoges. Casi la mitad de las emisiones de gases dañinos para el clima en el ámbito del turismo provienen del tranporte en autos y aviones.
Una consecuencia previsible del cambio climático es por eso el traslado de destinos turísticos.
"Cuando aumenten los costos de los vuelos, las personas pasarán sus vacaciones en otro sitio", opinó Ceron. "Posiblemente, aumentará el turismo en países con temperaturas moderadas".
El espacio del Mediterráneo es popular entre los turistas del norte de Europa por sus veranos cálidos y secos. Pero no debe excluirse la posibilidad de que en el futuro el verano sea tan cálido que lleguen menos turistas, advierten los expertos.
Aunque también piden calma, porque las consecuencias reales aún no se pueden calcular.
El diario británico "The Guardian" informó hace poco que el espacio del Mediterráneo será en el 2020 "demasiado caluroso para los turistas". "No hay evidencia científica para ese tipo de declaraciones", dijo Ceron. Y, sin embargo, añadió: "El período para adaptarnos a las consecuencias del cambio climático ya comenzó hace rato".