España necesita innovar más en el campo del patrimonio para sacar mayor provecho del turismo cultural, según estudio
España. Este país es el segundo del mundo, sólo por detrás de Italia y a mucha distancia de China, en tercer puesto, con mayor número de bienes culturales considerados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, pero su índice de turismo cultural es menor que el de otras naciones como Francia o Reino Unido, que cuentan con una menor riqueza patrimonial, indicó un estudio que recomienda a las autoridades mayor innovación en este campo.
El informe de la Fundación Cotec para la Innovación Tecnológica señala que el turismo representa actualmente el 6% del PIB mundial (en España casi duplica ese índice) y que crea uno de cada quince puestos de trabajo. En ese sentido, destaca que el patrimonio histórico genera importantes actividades económicas directamente relacionadas con su identificación, protección, conservación, restauración y, especialmente, con su gestión sostenible que pueden suponer.
Titulado “Innovación en el sector del patrimonio histórico”, el estudio indica que aunque tienen menor riqueza patrimonial, países como Francia y Reino Unido están más adelante en turismo cultural porque el patrimonio histórico de esos países está mejor conservado y gestionado que el español y porque el aprovechamiento cultural y turístico de los recursos patrimoniales de España es mucho menor que el de aquéllos.
Ante tal situación, Cotec considera “acuciante necesidad” la innovación para garantizar el Patrimonio Histórico Español y convertirlo en un importante motor de la economía. La existencia de monumentos, sitios arqueológicos o museos, agrega el informe, "no supone ningún beneficio económico automático para un territorio, siendo necesaria una adecuada gestión con una visión amplia y a largo plazo en la que la innovación juega un papel dominante".
Gabriel Morate, director del Programa de Conservación del Patrimonio Histórico Español de la Fundación Caja Madrid y director del informe junto a Juan Carlos Prieto, director de la Fundación Santa María la Real, consideró que economía e innovación "son términos que en nuestro ámbito casan mal. Estamos más acostumbrados -dijo- a políticas de subvención a fondo perdido".
España, "que posee uno de los mayores stock de capital cultural del mundo", no puede conservar y hacer accesible su patrimonio si no innova, según Morate quien destacó que la gran cantidad y calidad del Patrimonio Histórico Español junto a la espectacular progresión del turismo cultural, que en el futuro será aun mayor, son dos factores muy importantes.
"Pero también dos problemas. Es difícil conservar tanto patrimonio con recursos escasos. La innovación no es una opción, es una necesidad y hay que plantear una oferta que sea capaz de convertir los monumentos en productos culturales y en productos económicos".
Un ejemplo de esta propuesta es la Catedral de Sevilla "que genera al año seis millones de euros", mientras que la Catedral de León "depende de la subvención a fondo perdido ya que no genera ganancias".
El informe propone cuatro aspectos fundamentales de la cadena de valor del sector: Identificación y conocimiento; Conservación preventiva; Restauración y Difusión, divulgación y disfrute, en los que hay que actuar "agregando valor al Patrimonio de manera coordinada, no como se hace ahora".
Así lo consideró el director del informe en el que se señala que más importante que la innovación tecnológica en este sector lo es la innovación en la amplitud en el enfoque de los proyectos, las estructuras organizativas y los procedimientos de gestión a través de nuevos modelos innovadores "que abarquen todas y cada una de las áreas y que partan de nuevas fórmulas de explotación y gestión sostenible de los recursos patrimoniales".
Para ello, es fundamental abordar los problemas derivados de "sistemas de gestión bastante obsoletos pero de generalizada utilización hasta ahora por las principales instituciones gestoras del patrimonio en nuestro país".