Estados Unidos: Crecen riesgos en hoteles por laboratorios clandestinos de metanfetaminas
Estados Unidos. Los narcotraficantes de metanfetaminas están convirtiendo clandestinamente centenares de cuartos de moteles y hoteles en laboratorios de drogas, y por tanto dejando restos tóxicos con riesgos para los futuros ocupantes y los trabajadores de limpieza.
Hay lugares donde los narcotraficantes llegan inadvertidos a los cuartos y combinan en cuestión de horas los productos químicos necesarios para el estimulante, que es sumamente adictivo, antes de partir a la mañana siguiente.
Los peligrosos contaminantes pueden quedar adheridos a los muebles, las alfombras y las bañeras, y el olor de los productos químicos que podría servir de advertencia a los futuros ocupantes es disimulado a menudo con tabaco y otros aromas.
Los moteles pueden ser una alternativa atractiva para los fabricantes de drogas, que tratan de eludir redadas policiales en sus viviendas.
"(Las autoridades) pueden allanar el camión o allanar su casa pero no puede incursionar en un cuarto de motel", destacó el doctor Sullivan Smith, director de servicios de emergencia del Centro Médico Regional de Cookeville en el centro norte de Tenesí.
Documentos obtenidos por The Associated Press de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA) demuestran que los estados han informado el descubrimiento de evidencia de fabricación de drogas en 1.789 cuartos de moteles y de hoteles en los últimos cinco años. Y eso es lo que las autoridades han encontrado.
Algunos de los profesionales de limpieza contratados para hacer que los lugares destinados a los viajeros puedan volver a ser habitables afirmaron que realizan gran parte de su trabajo en sitios donde mucho tiempo atrás fueron descubiertos laboratorios de metanfetaminas.
Es difícil determinar el número de los laboratorios clandestinos que nunca fueron descubiertos. Hubo un ligero aumento de laboratorios hallados en el 2008 con respecto al año previo, según la DEA. En el 2006 fueron detectados 149 laboratorios, 87 en el 2007 y 127 en el 2008.
Las cifras fueron mayores en años anteriores, pues el total fue de 461 en el 2005 y de 965 en el 2004.
Los rastros de los restos tóxicos pueden permanecer por días si no se realiza una limpieza con trajes especiales en las áreas habitables. Una limpieza cuesta de 2.000 a 20.000 dólares.
Si una persona es expuesta en corto plazo a los vapores y residuos donde la droga fue fumada o fabricada puede sentir irritación en los ojos y en la piel, junto con vómito, picazón, problemas de asma y otros males respiratorios.
"Es posible que suceda todo el tiempo", dijo John Martyny, catedrático adjunto del Centro Médico Judío de Investigación, también especializado en higiene industrial e investigador de las metanfetaminas. "Lo difícil es ¿cómo hace uno la acusación?", agregó.
Martyny señaló que los riesgos de salud por una exposición prolongada a los restos de la fabricación de la droga no son conocidos porque los laboratorios clandestinos se popularizaron hasta después de los 1990.
Los laboratorios ambulatorios pueden ser instalados en menos de cuatro horas en un hotel o un motel, según la Asociación Estadounidense de Hoteles y Alojamiento.
Los equipos varían para fabricar la droga, pero pueden ser lo suficientemente sencillos y caber en una mochila.