Estados Unidos. Delta ofrecerá jubilaciones anticipadas a 30.000 empleados para eliminar unos 2 mil puestos de trabajo
Estados Unidos. La aerolínea Delta, la tercera mayor del mundo, ofrecerá jubilaciones anticipadas a 30.000 empleados, más de la mitad de su plantilla, con el ánimo de eliminar al menos 2.000 puestos de trabajo, según un comunicado interno de la compañía. La notificación añade que la firma también tiene previsto recortar en un 5% su capacidad en el mercado local durante este año.
Con sede en Atlanta, la compañía busca desde hace meses un socio con el que fusionarse y ganar capacidad para operar en un sector cada vez más competitivo en precios y oferta y más presionado por el coste del crudo, que prácticamente se ha duplicado en un año.
Durante las últimas semanas sus negociaciones se han centrado en Northwest, la quinta mayor aerolínea, pero de momento fue incapaz de sellar un acuerdo, fundamentalmente por la falta de consenso entre los pilotos de ambas empresas sobre cómo integrar los rangos de cada colectivo.
El diario The Wall Street Journal detalló que la aerolínea estadounidense "dedicará más del 40 por ciento de la capacidad" de la aerolínea a las rutas internacionales, donde "las tarifas permiten cubrir costes de carburantes más altos".
Durante 2008, y según el citado documento, Delta aumentará su capacidad de negocio en el mercado internacional en un 15 por ciento, mientras reduce sus recursos en el sector nacional.
En la notificación suscrita por el presidente y consejero delegado de Delta, Richard Anderson, se detalló que la intención de la firma es eliminar 2.000 puestos, desde de atención al cliente hasta de administrativos y de gestión, a través de bajas voluntarias y otro tipo de incentivos.
Las bajas incentivadas no afectarán a los pilotos de Delta, que tienen un convenio sindical propio, como tampoco a los empleados de Comair, la aerolínea regional del grupo, con sede en Kentucky.
Según el diario financiero, Anderson, que en ningún momento hace referencia a las negociaciones sobre una posible fusión, argumentó en la nota interna que sólo en el último trimestre el coste del carburante aumentó un 20 por ciento.
Ese encarecimiento podría suponer en el conjunto del año un sobrecoste de 900 millones de dólares respecto a lo proyectado inicialmente y 2.000 millones más que lo gastado en combustible en 2007.
La compañía aseguró haber detectado también gastos por valor de 200 millones de dólares que se podrían recortar, al tiempo que tiene previsto vender los aviones que sean retirados de sus rutas como consecuencia de la reducción de capacidad anunciada.