Joel James: un gigante de la cultura popular tradicional
El Grupo Excelencias le propone conocer a Joel James Figarola, quien fuera un gran defensor de la cultura popular tradicional y de sus grupos portadores. Fundó el Festival, la Casa y la revista Del Caribe con el único propósito de darle voz a los que no la tenían.
Vino al mundo el 13 de enero de 1942 en el municipio de Guanabacoa, La Habana. La vida se encargó años después de trazar el derrotero de un luchador contra el régimen batistiano, de un soldado, de un internacionalista, de un ferviente revolucionario y martiano. Joel James fue un hombre cabal en el sentido más amplio de su concepto.
Llegaría a Santiago de Cuba por fuerzas de la naturaleza. Ya había conocido el exilio en Jamaica con apenas 16 años. Las responsabilidades que tuvo en esta provincia estaban a cada paso que daba con sus botas rusas que conocieron el polvo y el suelo de las comunidades haitianas en las últimas décadas de su vida.
En los primeros meses después del Triunfo de la Revolución Cubana tenía la responsabilidad de editar la revista El Combatiente, luego la subdirección del periódico Sierra Maestra; militó en las filas del Partido Comunista de Cuba (PCC) y todavía con rostro lozano se alistó para la guerra de Angola.
Fue una experiencia inolvidable en su vida. Conoció el dolor, la pobreza, niños desamparados, la contienda bélica desde lo profundo y la victoria, pero lo más importante para Joel fue regresar después de haber cumplido su deber como revolucionario y volver a ver a sus dos hijas, Vicky y Pilar, quienes nunca dejaron de escribirle y decirles cuánto lo querían.
Joel James era un hombre con instinto maternal. Acostumbraba a enseñar las aritméticas en las paredes de la casa, cuando realizaba un “tope de frente” era sinónimo de un beso; un pellizco era un abrazo y mientras más doliera más fuerte era. Así fue de padre.
Quienes compartieron con él supieron de sus defectos, pero tuvo virtudes que en grado sumo le hicieron crecer a los ojos de los que lo trataron y los que lo conocieron en su intimidad, su honestidad, su lealtad, su solidaridad, su sentido de justicia, su apego a la palabra empeñada y su pensamiento polémico e inquieto.
Graduado de la carrera de Historia en la Universidad de Oriente en 1973 comenzaría a trabajar en el Consejo Nacional de Cultura de la provincia específicamente como asesor del Conjunto Dramático de Oriente, actualmente Cabildo Teatral Santiago. Esta experiencia en el teatro fue un antecedente fundamental para dedicar el resto de su vida al estudio y la promoción de la cultura popular tradicional, llegando a ser todo un gigante.
Llegó la década del 80 del pasado siglo y con ella la quimera de Joel; hoy tiene 35 fuegos y todo un Caribe que se une. Inicialmente Festival de la Cultura de Origen Caribeño, luego la Casa, un año más tarde la revista Del Caribe y como resultado final el gran Caribe que exhibe del 3 al 9 de julio de cada año lo mejor y más auténtico de la cultura popular tradicional.
Gracias a su empeño, entrega, desvelo y defensa de las raíces africanas existen volúmenes que contienen todos estos saberes populares como “El vodú en Cuba”, “Los sistemas mágicos religiosos cubanos: principios rectores”, “El Caribe entre el ser y el definir”, “Historia y Cultura Popular”, “Cuba la gran Nganga” y otros títulos.
Joel James Figarola vivió 64 años. Falleció el 27 de junio de 2006 y siempre decía “yo vivo como si fuera a morir el día de mañana, lo cual equivale a decir que no moriré nunca”.