Llega a Cuba el crucero más grande de su historia

18 de Diciembre de 2015 9:46pm
editor
Llega a Cuba el crucero más grande de su historia

Con la llegada del Opera se concreta la entrada de MSC, la cuarta compañía de cruceros del  mundo y la única que no tiene sede en Estados Unidos.  La norteamericana Carnival Corporation, líder mundial, anunció que entrará en La Habana en mayo próximo. La isla deja definitivamente atrás viejas concepciones y apuesta de forma decisiva por el crucerismo

Apenas unos minutos después de las siete de la mañana atracó en la bahía de La Habana el MSC Opera, el mayor crucero que haya entrado jamás a Cuba, con una capacidad de 2600 pasajeros, y que ocupó más allá del muelle de atraque, ubicado en un antiguo edificio con más de un siglo, ahora en plena reconstrucción.

El MSC Opera, con 251 metros de eslora, 6,60 metros de calado y 32 metros de manga, fue durante varios años el buque insignia de MSC, una línea de cruceros considerada entre las cuatro primeras del mundo, y la pionera en llegar a Cuba tras la apertura del 17 de diciembre del año pasado, cuando Cuba y EE.UU. anunciaron la normalización de relaciones.

El barco entró cargado con 2 200 turistas que han viajado durante una veintena de días desde Génova, Italia, aunque también vienen españoles, franceses, ingleses y algunos nórdicos.

Según explicó a Excelencias Cuba, Gianni Onorato, Chief Executive Officer de MSC Cruises S.A., el MSC Opera realizará durante este temporada unos 16 escalas en Cuba, donde dejará y recogerá turistas de diversos países, "aunque por el momento no habrá norteamericanos, pues ellos todavía requieren licencias especiales de viaje".

 

"Es una situación que estamos analizando", aseguró el directivo de MSC, quien reafirmó que su compañía espera para el futuro próximo incorporar nuevos y mayores cruceros a su flota, para superar los tres millones de viajeros transportados.

MSC, compañía familiar italiana, es la primera entre los cuatro gigantes en llegar a Cuba que no tiene sede en Estados Unidos.

Sin embargo, esta situación podría cambiar dentro de muy poco, ya que uno de sus rivales, Carnival Corp, con sede en Miami y la mayor operadora de cruceros del mundo, ha dicho que planea llevar viajeros a la isla en mayo próximo, en visitas especializadas que entrarían

dentro de las permitidas por las regulaciones todavía vigentes por parte de la Casa Blanca.

Quizás por ello se apura MSC, pues aunque no lo descartó de plano, Onorato, el Chief Executive Officer de MSC Cruises S.A., aclaró que en estos momentos negocian la posible entrada de un segundo crucero, el MSC Armonia, también capaz de transportar a 2 600 pasajeros.

"Estamos muy entusiasmados por la acogida en niveles de venta que hemos tenido con esta primera temporada", enfatizó sonriente.

Por lo pronto, un año y un día después de que Barack Obama y Raúl Castro anunciaran simultáneamente que querían poner fin a más de cincuenta años de hostilidades, muchos habaneros que circulaban por el malecón al amanecer del 18 de diciembre de este 2015 se pararon a hacer fotos con móviles o pequeñas cámaras del MSC Opera, un  gigantesco hotel flotante.

No es para menos. Hasta hace muy poco los cruceros en Cuba eran casi desconocidos.

Incluso, de forma oficial se les llegó a condenar por considerarlo un "turismo sucio" para el país, en contracorriente de lo que pasaba en el resto del Caribe, que en pocos años se ha convertido en una de las plazas más importantes de esta modalidad turística.

De hecho, Cuba recibió este 2015 a más de 20 000 cruceristas y las perspectivas dicen que el año que viene esa cifra se multiplicará con creces.

Extraoficialmente se comenta que además de la entrada de MSC y la ya anunciada de Carnival Corporation, otras compañías como Royal Caribbean, NCL, Harmark, Costa Cruises, Pearl Seas Cruises o United Caribbean Lines, están explorando el terreno para no perderse la oportunidad de los nuevos tiempos.

En La Habana la posible avalancha comienza a adivinarse en muchos detalles, como el fomento del puerto de Mariel, al oeste de la ciudad, como puerto de carga, para dejar libre la bahía habanera.

También se están modificando avenidas y edificaciones, y cada día abren nuevos hostales, paladares, bares y cafeterías, casi todos particulares, aunque también se reparan otros que aun están en manos de compañías estatales, fundamentalmente de Habaguanex S.A.

Todo el mundo se apresura en aras de darle cabida a lo que ya se vaticina será una estampida, difícil de digerir en un país donde todavía son insuficientes muchas infraestructuras.

Si los planes se concretan, quizás en muy poco tiempo ni el MSC Opera, ni ningún otro gran crucero, o incluso los anunciados ferrys que llegarán de Miami, sean novedad para los habaneros.

La mayoría seguirá caminando tranquilamente por el malecón cuando algún gigante flotando le pase por al lado, sin siquiera volver la cabeza para fijarse en algo que será cotidiano.

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