Orizonia entra en preconcurso de acreedores y la IATA le retira licencia para vender billetes por impago de 10 millones
Madrid.- La noticia cayó como una bomba en el mundo turístico, y sobre todo sobre los pasajeros del vuelo a Cancún de Orbest, en código compartido con Air Europa, que debía haber despegado el viernes a las 15 horas desde Barajas, cuando a los pasajeros que hacían cola para facturar se les comunicó que los que habían comprado billete a Orbest o a través de Iberojet, no podrían volar.
Decenas de viajeros aguadaban ante el mostrador de Orbest una solución, con la indignación de ver que sus vacaciones, viajes de negocios o familiares, se habían ido por el tragante, ya que Orizonia, a la cual pertenece la aerolínea, había entrado en preconcurso de acreedores.
Fuentes de Orbest no hicieron comentarios sobre el incidente, pero ya es de conocimiento público por un comunicado de la misma Orizonia, que ha presentado hoy en los Juzgados de Palma una solicitud al amparo del artículo 5 bis, para evitar el concurso de acreedores durante cuatro meses mientras negocia con estos y los inversores, ya que la Comisión Nacional de Competencia (CNC) retrasara la autorización de su integración con Globalia, advirtiendo además que la aerolínea Orbest interrumpirá transitoriamente algunos de sus vuelos.
En medios de prensa se reflejan criterios de Orizonia de que esta compañía ha tomado la medida por el “no reconocimiento por parte de Globalia de sus compromisos tras la dilación en la autorización de la CNC a la operación”, afirmando que “estudiará qué medidas le corresponde adoptar” por los perjuicios causados durante la tramitación del expediente.
Sin embargo, ni Globalia ni la CNC están de acuerdo con estas manifestaciones. Interpelado por CND, Julio Fernández, director de comunicación de Globalia, expresó a este diario que ese grupo ha estado siempre y sigue estando dispuesto a cumplir con sus compromisos, y sólo está esperando, como es de rigor, a que la comisión de Competencia emita sus resultados sobre el caso. “Hemos sido desagradablemente sorprendidos por esta inesperada actuación de Orizonia”, comentó.
Por su parte, la CNC afirma que el expediente se ha gestionado siguiendo a rajatabla el calendario estipulado por ley, cuyo trámite comenzó el 9 de enero en primera fase y como rige la norma, ha tomado un mes exacto para pasar a la segunda fase de control, después de la cual se deberán dar los resultados del dictamen.
Expertos consultados por este diario confirman ambas posiciones, argumentando que si se había firmado un compromiso entre Globalia y Orizonia, y la intervención de la CNC ha originado alguna demora en hacer firme la venta, Orizonia sin embargo tendría la obligación de mantener viva la compañía, cuando lo que ha sucedido es exactamente lo contrario.
A los crecientes rumores en el sector sobre los problemas económicos de Orizonia, así como la negociación en marcha con sus trabajadores para una reestructuración laborar destinada a rebajar costos, se sumó la liquidación del pago del BSP a la Asociación Internacional de Transporte (IATA).
El BSP es el producto de la suma de la venta total de billetes del último mes, que cada agencia de viajes o turoperador con licencia para vender pasajes de la IATA, debe abonar a esta entidad, la cual debe repartir las ganancias entre las aerolíneas. En este caso, el total de la deuda de Orbest es de 10 millones de euros, según fuentes de la industria.
Lo que no se entiende, afirman expertos, es que una entidad como Orbest, dependiente de una compañía como Orizonia, la cual a su vez depende de entidades de fondos de inversión multimillonarios, una sola de las cuales, The Carlyle Group, factura unos 60.000 millones de euros, no pueda pagar la suma adeudada a la IATA, a menos que la metástasis económica haya alcanzado niveles insospechados.
Así las cosas, en este momento Orizonia mantiene que su comprador “ha desatendido los compromisos asumidos en los acuerdos entre ambas empresas y la banca acreedora”, y ha trasladado el caso a su gabinete jurídico, abriendo las especulaciones sobre posibles acciones legales contra Globalia. Del otro lado, la compañía de Juan José Hidalgo afirma tajantemente que se han cumplido todos los puntos del contrato, que en el momento de la firma inyectó 15 millones de euros a Orizonia y los otros 30 millones pactados, no pueden abonarse hasta que la CNC apruebe la autorización de compra.
Fuentes de Globalia niegan totalmente las acusaciones de haber desatendido sus compromisos y aseguran que la intención de comprar Orizonia no ha cambiado un ápice, pero ahora depende, como marca la ley, de la decisión favorable de la CNC.




