Rio de Janeiro negocia presupuesto de su carnaval
Azotado por el recorte drástico de la contribución pública, el Carnaval de Río de Janeiro negocia a contrarreloj para obtener patrocinios privados que permitan celebrar en febrero el célebre desfile en el Sambódromo de las escuelas de samba.
El alcalde de Río, Marcelo Crivella, anunció en junio una reducción del 50 por ciento (de 24 a 12 millones de reales, de 7.5 a 3.7 millones de dólares, respectivamente) en las contribuciones municipales para las escuelas de samba, y desde entonces los organizadores buscan alternativas para poder celebrar el evento.
El ministro de Cultura de Brasil, Sergio Sá, anunció esta semana que la Liga Independiente de las Escuelas de Samba de Río de Janeiro (Liesa), que agrupa a las 12 principales agrupaciones que desfilan por el Sambódromo, obtendrán ocho millones de reales (2.5 millones de dólares) adicionales de la Caixa Económica Federal, un banco público.
Sin embargo, ese dinero, donado por medio de una ley de incentivo a la cultura (Ley Rouanet), aún no fue desembolsado, pues la solicitud de la Liesa (acusada de falta de transparencia) no cumplió con los requisitos.
El dinero llegará a tiempo, aseguró sin embargo el ministro, que dijo que el Carnaval inyecta en Río de Janeiro dos mil millones de reales (625 millones de dólares) por medio de gasto turístico en hoteles, bares y restaurantes.
"Irriga la economía en general, llegando a mucha gente", dijo el titular de Cultura.
La alcaldía, en el foco de las críticas por parte de la Liesa y las escuelas de samba, señala que en un marco de crisis histórica para Río, en que la violencia y el desempleo crecieron a dos dígitos, aduce que no puede justificar mantener el mismo nivel de donaciones que en años pasados, y optó por destinar el dinero a sanidad y educación.




