Rusia: El lujo se da cita en las consultas médicas para millonarios de Moscú

16 de Abril de 2008 2:22am
godking

Por: Marina Lapenkova (AFP)

Rusia. Una ración de caviar para matar el hambre después de un análisis de sangre o antes de la sesión semanal con el psicólogo, a 10.000 dólares la hora, es una de las lujosas ofertas de una clínica para "millonarios" de un barrio acaudalado de Roubliovka, en las afueras de Moscú.

"Dicen que la salud no se compra, pues entonces, vendámosla!", clama con entusiasmo Artiom Tolokonine, médico en jefe e inspirador de esta “clínica de autor” Neo Vita.

Este psicoanalista de 33 años explica que una decena de personas pagaron hasta un millón de dólares por programas de tratamiento anuales ofrecidos por este centro, abierto desde el pasado febrero en el "Valle de los Sueños", un barrio residencial en la entrada de Roubliovka, jalonado de mansiones.

Después de un control policial, un examen de la cámara de vigilancia y de ser invitado a ponerse unos envoltorios de plástico sobre los zapatos, el visitante atraviesa un vestíbulo ambientado con música anti-estrés.

Ningún rótulo indica dónde se encuentran los diferentes gabinetes médicos "para no exhibir los problemas de nuestros clientes", explica Tolokonine.

Los más discretos prefieren pasar por una entrada apenas visible. Algunos pagan 200.000 dólares suplementarios para reservar todo el establecimiento durante sus visitas.

Neo Vita y sus veinte médicos proponen tratamientos muy específicos: "curamos el alma antes de ocuparnos de los dolores físicos, a menudo secundarios", asegura Tolokonine.

Natalia, de 30 años, que trabaja en el turismo, y su esposo, "un hombre de negocios del sector del gas", vienen a ver a este especialista todas las semanas.

"Más o menos, pagamos un poco menos de 10.000 dólares la hora", explica esta mujer.

"La salud es más cara que el dinero", resume.

A Natalia le gusta el gabinete ginecológico con su camilla de piel rosa, pero sobre todo, cuenta con su psicólogo para quedarse embarazada.

"Los ricos van al dentista a Londres o a ver a un dietista de moda en Suiza, pero su alma sólo puede ser curada aquí", asegura Tolokonine.

Para este experto, si bien los problemas de los millonarios rusos son los mismos que en Occidente (insomnio, sobrepeso, impotencia sexual, adicciones a las drogas y al alcohol), "los psicoanalistas occidentales no saben nada de la mentalidad rusa".

"Conozco muy bien a todos los clientes: gano tanto dinero como ellos, vivo junto a ellos y esquío como ellos en Courchevel", una estación chic de los Alpes franceses, argumenta.

"Lo que sé es que si mi cliente puede perder un millón de dólares en una sola noche, no podré curarlo por menos de dos millones. Y si tiene un castillo en Mónaco y se queja de no tener amor, sólo podré ser eficaz si me paga el equivalente del castillo", confía, felicitándose de haber "salvado a una decena de hogares".

En octubre de 2006, Tolokonine publicó una carta abierta en el diario oficial Rossiiskaia Gazeta dirigida al oligarca Roman Abramovitch y su esposa Irina, en ese momento en pleno proceso de divorcio, prometiendo salvar su "amor". La misiva se quedó sin respuesta.

Olga Ivankina, una generalista de 36 años, ya trabajaba en Roubliovka antes de ser reclutada por Tolokonine.

"Con los ricos, siento que tengo más responsabilidades: siempre verifican su diagnóstico", confiesa.

A su último paciente, aquejado de gripe, le ha recetado "beber mucho" y "comer mermelada de frambuesa", un remedio muy popular en Rusia, recomendado tanto por las abuelas como por los médicos de los hospitales públicos.

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