Salvavidas de la economía argentina

26 de Diciembre de 2002 6:00am
godking

Estremecida por una de las peores crisis económicas de su historia, Argentina espera que en el 2003 el turismo contribuya a reactivar la estancada economía local, ya que con un tipo de cambio favorable para los extranjeros se prevén ingresos por casi 2 000 millones de dólares y unos cuatro millones de visitantes.

"Prevemos que en la medida que recuperemos el mercado de ferias, congresos y convenciones, con el turismo vamos a un saldo positivo de 2.000 millones de dólares en el 2003, contra los 1.500 millones de saldo positivo de este año”, dijo el secretario de Turismo, Daniel Scioli.

Por ello "se espera un crecimiento del 10% en la cantidad de visitantes", desde los casi 3,6 millones que arribaron en el 2002.

Argentina tiene una capacidad para recibir a ocho millones de turistas extranjeros, monto que pudiera generar ingresos por 14.500 millones de dólares. Lógicamente, cifra sólo por el momento viable en cálculos.

El turismo cobró impulso en el país sudamericano luego de la devaluación del la moneda doméstica en enero --moneda que perdió en el año más del 70 por ciento de su valor frente al dólar—que abarató los costos en dólares y atrajo una mayor cantidad de visitantes.

Hasta diciembre del 2001 el peso argentino estaba atado al dólar a un tipo de cambio de uno a uno, por lo que Argentina era un país caro en dólares para los turistas.

"El turismo genera empleo, ingresan divisas, aumentan las ventas y fundamentalmente es una lucha estratégica contra la pobreza al generar empleo", dijo Scioli.

El nivel de desempleo en Argentina asciende al 21,5% entre las personas económicamente activas. El país cuenta con 36 millones de habitantes, donde un poco más de la mitad de ellos se encuentran bajo la línea de la pobreza, lo que significa que no logran satisfacer sus necesidades básicas.

La industria del turismo en el país emplea a casi un millón de personas -la mitad estables y otro tanto en forma indirecta- en momentos en que están en marcha inversiones por alrededor de 1.000 millones de pesos (casi 300 millones de dólares) para mejorar la infraestructura del sector, según datos oficiales.

La capacidad hotelera argentina suma unas 400.000 plazas, siendo entre las más utilizadas las ubicadas en las Cataratas del Iguazú en el noreste del país, las de la ciudad de Buenos Aires, las de la andina provincia de Mendoza y la Patagonia.

Chilenos, brasileños y uruguayos, por la cercanía fronteriza, fueron quienes más aprovecharon la fuerte caída del peso a los largo del 2002 para visitar Argentina y volver a sus países cargados de regalos, pero ahora se apunta a una mayor llegada de turistas norteamericanos y europeos.

Al margen de un mayor movimiento en la estación aérea internacional de Ezeiza, con la inclusión de nuevas frecuencias de vuelos y la reciente inauguración de una segunda pista, gigantescos cruceros se verán amarrados en puertos argentinos durante este verano boreal.

A los 47 cruceros que se esperan que arriben a Buenos Aires, está prevista la llegada de otros 180 en la ciudad más austral del mundo, Ushuaia, muchos de los cuales seguirán su travesía hacia la Antártica.

La reactivación del sector también abarca al turismo doméstico. Hasta hace un año, cuando la moneda doméstica estaba atada al dólar, a un argentino le era más barato viajar de vacaciones a un país limítrofe, inclusive en avión, que moverse en el país.

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