Sudáfrica: Sector hotelero enfrenta baja a un año de la bonanza por el Mundial
Sudáfrica. Un año después de la Copa Mundial de Fútbol, que promovió importantes inversiones en infraestructura y alojamiento, el sector hotelero de este país está afrontando problemas para alcanzar niveles de ocupación rentables en la temporada de invierno. El índice de frecuentación del Consejo de la Industria Turística de Sudáfrica (TBCSA), el TBI, estaba en 74,5 en el segundo trimestre, cuando lo normal sería 100 y cuando las previsiones señalaban un 94.
“El último índice TBI confirma lo que constatamos sobre el terreno”, lamenta Mmatsatsi Marobe, directora general de TBCSA.
Mientras muchos hoteles bajan sus precios -especialmente en Ciudad del Cabo, capital turística y casi vacía este invierno-, uno de los grandes hoteles de Johannesburgo acaba de anunciar que cerrará sus puertas a finales de agosto.
“El hotel ha sufrido una reducción del número de visitantes extranjeros y de viajeros locales, especialmente una contracción de la clientela de negocios”, indica Hyprop, el propietario del Grace Hotel.
Entre las causas destaca principalmente “las presiones continuas de la recesión mundial, que afecta negativamente a la industria del turismo sudafricano”.
“Pensábamos que tras el Mundial (en junio y julio de 2010), tendríamos un aumento del número de visitantes. Pero las dificultades económicas continúan, no tenemos tantos turistas como esperábamos”, explica Marobe.
“Los extranjeros no se han lanzado a Sudáfrica, los empresarios locales toman el último avión antes de pasar la noche en un hotel y los funcionarios han reducido sus desplazamientos”, subraya, destacando que los establecimientos más modestos también son víctimas de esta tendencia.
Marobe afirma además que esta circunstancia se agrava porque para el Mundial se amplió la oferta hotelera del país, con lo cual aumentó la competencia.
Según un estudio de un gabinete especializado, la capacidad hotelera aumentó en un 17,4% entre 2007 y 2010 en Sudáfrica, con un 28,5% para los de cinco estrellas y 19,7% para los de cuatro.
Los hoteles también han tenido en los últimos meses que hacer frente a un aumento de los gastos en los salarios de sus trabajadores, la electricidad o los servicios municipales.
La profesión no avanza cifras para 2011, pero las perspectivas del turismo, que representa un 8% del Producto Interior Bruto (PIB) sudafricano, no son muy esperanzadoras, aunque el ministro de Turismo, Marthinus Van Schalwyk, se muestra incluso optimista.
“Tenemos como reto aumentar el número de visitantes extranjeros a Sudáfrica desde los 7 millones de 2009 a 15 millones antes de de 2020”, dijo recientemente en una rueda de prensa en Ciudad del Cabo.
También estima que antes de ese año, unos 18 millones de sudafricanos opten por el turismo interior, dentro del territorio nacional, cuando el dato era de 14,6 millones en 2009.
El gobierno quiere que el sector turístico aporte 499.000 millones de rands anuales (51.000 millones de euros) a la economía del país para 2020, cuando en 2009 los datos fueron de 189.000 millones de rands. Si se consigue, se crearán además 225.000 empleos.
Van Schalwyk quiere sobre todo fortalecer el turismo de negocios, un sector que en su opinión es muy importante para combatir los problemas de la estacionalidad, que suele marcar el turismo de ocio en el país.
Otras vías apuntan a la diversificación, potenciando el turismo deportivo, el verde o el gastronómico: Ciudad del Cabo, por ejemplo, tiene previsto organizar en septiembre de 2012 el primer salón dedicado al turismo vinícola.