¿Somos prisioneros de la tecnología para viajar?
Por Juan Barjau
Recuerdo aquellos maravillosos años en los que viajabamos a los confines del mundo con billetes “físicos”, que tocábamos con nuestras propias manos. Y también, del miedo escénico del que osara haber traspapelado aquel tesoro al llegar a la puerta de embarque: el despiste podía provocar que tuviera que quedarse en tierra. Hoy en día la situación ha cambiado: el cuento, los tesoros o nuestros propios temores a la hora de viajar. Esos tiempos se han quedado en un pasado bien lejano. Han llegado otros, y nos guste o no, debemos adaptarnos.
En una sociedad tan hiperconectada como la actual (no solo entre los más jóvenes), la llegada de los billetes electrónicos, que ni siquiera debemos llevar impresos, nos acechan otros temores antes de salir de casa rumbo a la terminal del aeropuerto, puerto o estación de tren: quedarnos sin batería en el móvil.
A nadie se le escapa que la pandemia ha cambiado, y mucho, nuestros hábitos de consumo. Y no solo a la hora de reservar un viaje, sino en el día a día de nuestras vidas cotidianas. Estos cambios, que desgraciadamente no siempre son a mejor, nos hacen cada día más prisioneros de la tecnología. No nos engañemos: la mayoría de nosotros regresaría a casa, como alma que lleva el diablo, si cuando vamos de camino al trabajo nos damos cuenta que nos hemos dejado el teléfono móvil en casa.
Hace justo un año, la prensa discutía que, tras la llegada del covid, el móvil será ahora aún más insustituible en el mundo de los viajes: ya sea para reservar turno en la piscina, conocer el aforo de la playa, hacer el registro en el hotel, descargar entradas para un museo, mirar la carta de un restaurante o pagar con contactless. Parece difícil predecir qué más podemos pedir de este dispositivo. ¿Bañadores con bolsillos estancos impermeables para la guardia y custodia de móviles, quizás?
Un año después de la llegada de la Covid, y de la publicación del artículo, parece difícil que esta forma de "hacer" y de vivir desaparezca. Todo lo contrario: se ha acentuado más. Por fin los viajeros han empezado a volar de nuevo, al menos en muchos mercados nacionales, lo que ha conducido a que la mayoría de aeropuertos hayan comenzado a invertir en tecnología para cubrir necesidades a corto plazo, como la tecnología sin contacto, y la innovación más a largo plazo, también. Cuando se reanuden los viajes internacionales, será aún más necesario: habrá que revisar aún más documentos y certificaciones.
La experiencia en los alojamientos en un futuro no muy lejano tampoco será lo mismo. Los hoteles también se están adaptando a las necesidades de los clientes cada vez más exigentes y conectados, adoptando nuevas tecnologías como el reconocimiento facial para agilizar el check in del cliente, la personalización de servicios, la recolección de datos, la disminución del consumo de papel y la reducción de tiempos de espera. De hecho, hace solo unos días, Hosbec, la patronal hotelera de Benidorm (uno de los destinos de playa más populares en España para el turismo de masas) ha puesto en marcha un proyecto piloto en este sentido en establecimientos hoteleros de la Comunidad Valenciana.
Desde Travel Internet Consulting, llevamos meses analizando con nuestros clientes qué medidas debemos implementar para digitalizar su negocio, cómo podemos adaptar nuestro modelo de comercialización y distribución a los nuevos tiempos y clientes para ser más digitales, flexibles, dinámicos y competitivos.
Y es que ahora que para viajar a ciertos destinos también tendremos que enseñar un QR para demostrar que nos hemos vacunado o nos hemos hecho un test, casi podemos afirmar que la tecnología para el mundo turístico ha llegado para quedarse y no podemos permitirnos el lujo de ser cortoplacistas.
Como profesionales del sector, debemos analizar qué decisiones debemos afrontar para estar preparados para lo que está por venir. Siempre podemos convertir esa dependencia y esclavitud hacia la tecnología (si se me permite la expresión) en una oportunidad para nuestro negocio. Invertir en el presente para garantizar el futuro. El sector estaba acostumbrado a sobrevivir otras crisis sin grandes cambios, pero tras la llegada de la Covid, esta será distinta.
Juan Barjau es experto en comercialización y distribución turística y fundador de Travel Internet Consulting.