Chihuahua, un tesoro turístico y cultural en el noroeste de México
Quién podría decir que los terrenos áridos y desérticos del Estado de Chihuaha, el de mayor extensión de todo México, acoge tanta cultura, patrimonio, tradición y opciones de ocio como cualquier otro lugar del país. Tan solo unos días después de participar en la 47 edición del Tianguis Turístico, y de entregar en el marco de la feria los I Premios Mágicos por Excelencias, el equipo de Grupo Excelencias pudo descubrir los tesoros turísticos que ofrece el Estado fronterizo con los Estados Unidos.
Historia del Sotol en Destilería Casa Ruelas
La primera parada del viaje nos permitió conocer que hay vida más allá del tequila y del mezcal, si hablamos de destilados en México. En la Destilería Casa Ruelas, ubicada en Aldama, nos sumergimos en la tradición de más de 150 años de producción del Sotol, “la bebida del desierto”. Allí se elaboran unos 4.000 litros semanales de este destilado emblemático del norte de México, bebida que desde 2022 cuenta con Denominación de Origen.
Al contrario de lo que se pudiera pensar, esta bebida espirituosa no se produce a partir del agave, sino a partir de una planta silvestre llamada Dasylirion wheeleri, y que el pueblo rarámuri conocía como sereque. Su graduación está entre el 35% y el 55%, aproximadamente –, existen cuatro variedades del sotol: blanco o plata – sin añejamiento –, reposado – entre 2 y 6 meses de crianza –, añejo – 24 meses de crianza –, y extra añejo – más de 5 años de crianza –.
“La planta es silvestre, no la cultivamos. Lo que hacemos es contratar con los ranchos que la tienen para poder extraerla. Al año, procesamos 25 hectáreas”, nos contaba el especialista Noel Quesada sobre la producción que llevan a cabo.
Museo Histórico de la Revolución
De la historia del sotol pasamos a la historia de la región, donde conocimos la historia del revolucionario Pancho Villa, una figura de gran notoriedad dentro de la cultura popular mexicana. Situado en la capital del Estado de Chihuahua, el Museo Histórico de la Revolución fue inaugurado en 1982, si bien el edificio que alberga este recinto, fue construido entre los años 1905 y 1907. Poco después, en 1911, el que fuera gobernador del Estado de Chihuahua compraba la vivienda y se establecía allí.
Aunque poco tiempo después, el apodado Centauro del Norte fue asesinado en la ciudad de Hidalgo del Parral, Chih – en julio de 1923 – el inmueble acoge múltiples espacios y objetos que honran la memoria del militar mexicano. La viuda de Villa donó la propiedad en 1981 a la Secretaría de la Defensa Nacional, con la condición de que siguiese siendo un museo como ella había dispuestas, y tras una remodelación supervisada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el 17 de noviembre de 1982 se inauguraba como Museo Histórico de la Revolución.
Allí se puede descubrir, por ejemplo, el coche en el que fue emboscado Pancho Villa, un Dodge Brother, modelo 1922, importado de Detroit, Michigan. Además, se pueden encontrar otros elementos de gran valor histórico como las armas históricas que utilizó en sus combates.
Así, son cuatro las secciones dedicadas a narrar la vida del General: la planta baja, en la que se encuentran a sala de música, la recámara principal, el baño, comedor, cocina, antecomedor, salón de fiestas y la habitación de la Señora Doña Luz Corral – la viuda de Pancho Villa –, así como el despacho que fue acondicionado por el General Villa en 1913 cuando fue gobernador del estado de Chihuahua; el segundo piso se pueden apreciar cinco salas de exhibición, entre las que se encuentran una capilla y una sala de armas; el patio del museo, en el que se encuentra el automóvil en el que fue asesinado, y por último, la Sala Recorrido Trágico, que reproduce el recorrido que realizo Pancho Villa el día de su asesinato.
La comunidad menonita en Ciudad Cuauhtémoc
Podemos decir que la Ciudad Cuauhtémoc representa una de las más importantes confluencias de culturas en México, ya que allí convergen las comunidades menonitas, raramuris y mestizos. Pero la tercera ciudad más poblada del Estado también es conocida por ser la región manzanera más importante del país.
Sobre la historia de la comunidad menonita pudimos profundizar en el Museo y Centro Cultural Menonita, donde se explica que este pueblo se estableció en Chihuahua en 1922, en San Antonio de los Arenales, lugar que hoy es conocido como Ciudad Cuauhtémoc. No obstante, la historia de esta comunidad comienza siglos atrás, aproximadamente en el siglo XV, cuando Menno Simons, – de quien proviene el nombre “menonita” – un sacerdote católico, se convierte a la religión anabaptista. Simons fue el fundador y líder en Holanda de esta comunidad basada en la lectura de la Biblia siguiendo los conceptos iniciales de Martín Lutero.
“El 8 de marzo de 1922 llegan a San Antonio de los Arenales, como se llamaba anteriormente Cuauhtémoc, entre 10.000 y 16.000 menonitas”, nos contaba Sergio Torres, guía del Estado de Chihuahua.
Fundado en el año 2000, este museo tiene la misión de promover y difundir el patrimonio de la comunidad menonita en México, y organizada reproduciendo lo que es una casa menonita tradicional, realiza diversas exposiciones que recibe público de todas partes del mundo.
Allí encontramos múltiples objetos que forman parte del día a día de los pobladores menonitas, como los carros de caballos o las estufas que utilizaban. Hoy, la comunidad menonita en México se encuentra dividida en dos facciones: los menonitas tradicionales, los cuales deciden seguir manteniéndose aislados de la comunidad, y los menonitas progresistas, quienes optan por relacionarse con las gentes con las que comparten territorio.
“En México se encuentran hoy en día unos 100.000 menonitas, de los cuales 60.000 se encuentran en Cuauhtémoc. De ese número, el 80% sigue siendo conservador, y el 20% progresistas. El idioma que hablan es el alemán alto o el alemán bajo, algunos de ellos hablan inglés y el español lo van aprendiendo a medida que crecen. Estas familias suelen estar formadas por entre 7 y 14 hijos”, explicaba Torres sobre esta comunidad.
El Pueblo Mágico de Creel
Que la OMT escogiese el pasado año al pueblo Mágico de Creel como uno de los Mejores Pueblos para el Turismo da cuenta de la belleza de esta localidad situada en el Estado de Chihuahua. Allí, sus calles llenas de historia y tradición abren las puertas a las Barrancas del Cobre, un impresionante sistema de cañones ubicado en la Sierra Tarahumara. De igual manera, la importante presencia de la comunidad rarámuri en la localidad es otro de los sellos de identidad de Creel.
Pero el paseo por este Pueblo Mágico nos descubre también algunos de los tesoros culturales que acoge, como la Plaza de Armas, la Iglesia de Cristo Rey, de estilo neogótico o el Museo Tarahumara de Arte Popular, que da a conocer las tradiciones de la cultura prehispánica de la región, a través de diversos elementos como la etnografía o el arte popular. De hecho, la propia avenida principal del pueblo cuenta con múltiples tiendas de artesanías tarahumaras, como cestas de palma, tambores, arcos o violines.
Y la naturaleza que rodea a Creel tampoco deja indiferente. Citábamos las Barrancas del Cobre, pero no podemos olvidarnos de paisajes como los valles de los Monjes, Hongos y de las Ranas, especialmente llamativos por sus formaciones rocosas de apariencias peculiares, o el Lago de Arareko, cuyas aguas cristalinas reflejan el bosque de pinos que lo rodea.
Las Barrancas del Cobre
No obstante, la joya de la corona en términos de naturaleza es sin duda este sistema de cañones – siete cañones enmarcados en la Sierra de Tarahumara – que dispone del honor de ser el sistema montañoso de barrancas más extenso de México. En total, 60.000 kilómetros cuadrados de vertiginosos cañones, que están declarados Patrimonio de la Humanidad y reserva ecológica nacional.
Los más atrevidos pueden disfrutar de la majestuosidad de este lugar en el Parque de Aventura Barrancas del Cobre, que ofrece numerosas actividades deportivas como, una vía ferrata, un circuito de 7 tirolesas, un bosque aéreo, un teleférico y una Ziprider. Esta última representa la tirolesa más larga del mundo, con una longitud de 2.554 metros que se recorre en un arnés tipo silla donde el visitante está sujeto al asiento, y se alcanza velocidades de 80 a 135 kilómetros por hora. Sin duda, un asiento privilegiado para contemplar esta maravilla natural mexicana.
Chepe Express: Las Barrancas del Cobre sobre raíles
Por supuesto, el salto en tirolesa no es la única manera de adentrarse en los cañones de las Barrancas del Cobre, ya que a lo largo de 350 kilómetros, el ferrocarril Chepe Express permite descubrir algunos de los más atractivos del norte de México. En total, un recorrido de unas 9 horas de duración – si bien puedes hacer paradas en los pueblos y retomar el trayecto al día siguiente – que atraviesa localidades como Creel, Divisadero, Bahuichivo, El Fuerte o Los Mochis.
“La experiencia de Chepe Express es única e irrepetible, así que en cualquier momento del año se puede disfrutar. El cambio de altitud entre la salida a 25 metros sobre el nivel del mar en Los Mochis y la llegada a 2.300 metros en Creel se puede vislumbrar todo el año. Hay gente a la que le gusta verlo nevado, algo que ocurre en enero y febrero generalmente. Por otra parte, la época de lluvias ocurre en verano, desde julio hasta septiembre aproximadamente, de manera que después de esas fechas el campo está muy verde y las cascadas en todo su esplendor. Además, se trata de una época que no corresponde a la temporada alta, de forma que se disfruta mucho en el recorrido en los meses de octubre o noviembre. De cualquier manera, se puede realizar durante todo el año”, nos explicaba Mauricio Navarro, subgerente de Chepe Express, sobre la mejor época del año para realizar este viaje.