Las 10 ciudades coloniales más bellas de las Américas
Redacción Caribbean News Digital
La época colonial en toda América fue un periodo de transición para los habitantes del continente, marcado por guerras, destrucción, ambición y poder, pero también trajo consigo belleza y esplendor. La arquitectura, el arte y la cultura que se desarrollaban en Europa comenzaron a florecer en América y las ciudades se pintaron y trazaron a partir de estas expresiones.
Preciosos palacios y mansiones, imponentes castillos y fortalezas, grandiosos templos y edificios religiosos, en un conjunto armónico de históricas viviendas de un vistoso cromatismo. Así son las bellísimas ciudades coloniales mejor preservadas de Latinoamérica.
Caribbean News Digital propone estas 10 ciudades coloniales que, aunque no son todas las que los visitantes pueden admirar, sí destacan del resto por su belleza y nivel de conservación.
San Miguel de Allende (México)
Fue una importante parada en la ruta de la plata entre Zacatecas y la Ciudad de México. Su centro histórico, fundado en 1542, está lleno de edificios bien conservados que datan de los siglos XVII y XVIII. San Miguel se ha puesto además de moda entre la intelectualidad y las clases altas mexicanas, que están comprando casas aquí o invirtiendo en hoteles boutique. Destacan el casco antiguo, el zócalo con su enorme catedral, y su gastronomía local.
La Habana Vieja (Cuba)
La Habana Vieja, fundada en 1519, es el conjunto colonial más grande de América. En ella se concentran todos los elementos de las ciudades que los españoles crearon al otro lado del Atlántico: fortalezas, conventos e iglesias, palacios, patios, callejuelas, soportales, todo en cuatro grandes plazas: la de la Catedral, la de Armas, la Vieja y la de San Francisco de Asis. La vieja Habana es hija del barroco español y de los Orishas Yorubas, del ron y del azúcar.
Trinidad (Cuba)
Fundada en 1514, Trinidad es la otra joya colonial de Cuba. Fresca, silenciosa y humilde, como la ciudad provinciana y rica que fue, Trinidad enamora por sus colores vivos, su música a todas horas, por las risas de los vecinos, el murmullo de los pobladores y el jolgorio de los niños. Es la oportunidad de asomarse a una vida local, tal y como fue hace más de cinco siglos.
El Viejo San Juan (Puerto Rico)
El Viejo San Juan fue fundado en 1508 y es una de las ciudades coloniales más hermosas del otro lado del Atlántico. Hay buganvillas y palmeras, agradables calles peatonales a las que se asoman balcones llenos de flores, casas de planta baja de colores alegres y chillones, mucha gente por la calle, restaurantes que no cierran hasta bien entrada la madrugada, un malecón que rodea la muralla y mucha música salsa que traspasa los dinteles de los garitos para inundar las calles.
Cartagena de Indias (Colombia)
Establecida en 1533, Cartagena de Indias es la perla del Caribe colombiano, una visita inexcusable a una ciudad que por sí sola justificaría un viaje al país sudamericano. Esta urbe mágica sobresale por sus palacios e iglesias, sus buganvillas y balcones, sus patios frescos y ventanas con celosías de madera, sus murallas y baluartes.
Antigua (Guatemala)
Fundada en 1554, Antigua es la referencia colonial de Guatemala. Su planimetría de calles perpendiculares, sus casitas que no levantan más de dos pisos, sus plazas porticadas, su muchas iglesias y conventos y sus fachadas de tonos pastel hablan del empeño que pusieron los conquistadores españoles por recrear al otro lado del océano la nostalgia de sus pueblos castellanos.
Cuzco (Perú)
Nueve siglos lleva en pie Cuzco, una de las ciudades más fabulosas de Sudamérica; primero como capital del imperio de los incas, que le dieron su nombre en quechua: el ombligo del mundo; después como asentamiento de gran importancia para los conquistadores españoles. Este símbolo de Perú sobresale por sus templos y palacios coloniales españoles.
Salvador de Bahía (Brasil)
Con una historia que data de alrededor del año 1510, Salvador de Bahía fue la joya de la corona portuguesa y la gloria del Brasil colonial. Los palacios, las iglesias y los conventos se sucedían en la Cidade Alta, a la vez que se incrementaba la población de esclavos negros para mantener toda la industria del azúcar.
Granada (Nicaragua)
Desde 1524, es por mucho la más destacada ciudad colonial de Nicaragua y una de las más hermosas de América, pese a que no está declarada Patrimonio de la Humanidad. Granada se encuentra a orillas del lago Cocibolca, también conocido como Lago de Nicaragua, el mayor de agua dulce de toda Centroamérica. La visita a la ciudad brinda la posibilidad de hacer una parada en el grandioso volcán Masaya, que se mantiene activo con sus fumarolas de un intenso y mareante olor a azufre.
Quito (Ecuador)
El casco antiguo de Quito es, desde 1534 aproximadamente, uno de los de mayor superficie y mejor conservación de toda América Latina, y tiene el honor de haber sido el primero del mundo, junto con el de la ciudad polaca de Cracovia, en ser declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 1978. Unos 4.200 inmuebles han sido declarados edificios patrimoniales, de los que 130 son catalogados de monumentales.