El impacto de los baños públicos en sitios turísticos
La conocida frase “al fondo a la izquierda”, en respuesta a la frecuente pregunta urgida por una necesidad vital inaplazable, coloca al visitante ante una misteriosa puerta que puede conducir al paraíso o a un verdadero infierno.
A veces es el primer impacto del viajero en el aeropuerto, apenas llegado al destino de sus soñadas vacaciones, o en el momento de partir; otras, mientras recorre una ciudad desconocida, en un restaurante elegido al paso o en el sitio de recreo donde pasará un día de excursión.
La vivencia quedará como recuerdo imborrable, correrá de boca en boca entre amigos y conocidos, puede dar pie a los más elogiosos comentarios o a lapidarias críticas en encuestas y redes sociales, capaces de ahuyentar a quien barajó la posibilidad de visitar el lugar.
Una pareja de profesionales de la industria turística, creadores del portal australiano My Travel Research, enfocado en viajes personalizados, lanzó hace dos años un curioso y muy serio concurso, avalado por expertos jueces, para premiar los mejores baños públicos del mundo.
La denominación varía de un país o región a otra, pero alude al toilet, retrete, servicio sanitario, el WC, o el baño, como suele decirse, aunque solo se trate de un lavamanos y un urinario, apto para hombre o mujer, aunque también puede ser más amplio y sofisticado.
Y ahí salta una de las tantas exigencias a tener en cuenta a la hora de complacer al visitante foráneo y –además- competir a escala internacional. No son iguales las necesidades y normas para ambos sexos, y también hay que pensar en los menores de edad y discapacitados.
¿Quiénes se llevaron la corona?
Los resultados del International Toilet Tourism Awards 2018, el ranking de los mejores baños públicos en sitios turísticos del mundo, develaron una feliz combinación de artes decorativas, confort y deseos de proporcionar una satisfactoria experiencia, realmente inolvidable.
Concursantes de América del Norte, Europa, Asia y Australia, separados en varias categorías, fueron evaluados en función de su diseño, originalidad, ubicación, accesibilidad y contribución económica a la localidad donde se encuentran.
Los ganadores incluyen un retrete temático de James Bond en la cima de una montaña, un inodoro que te hace sentir en un bosque y un aeropuerto donde el perro guía de invidentes puede hacer popó o la caca a gusto, bajo techo, sin molestar.
El mejor inodoro accesible: Brisbane Airport, Queensland, Australia.
Los baños accesibles del aeropuerto de Brisbane fueron diseñados para superar la legislación de accesibilidad. Las instalaciones cuentan con equipos especializados, como una mesa de cambio de vestuario para adultos, un inodoro con barandas de mano extraíbles para personas con discapacidades y grúa para levantar sillas o camillas.
El diseño espacioso y flexible permite un tránsito aeroportuario accesible para miles de personas con discapacidades y sus cuidadores, a muchos de los cuales previamente se les impidió viajar. Los sofisticados informes digitales garantizan una limpieza constante.
Un aseo de película en la cima de los Alpes
Ubicado a 2 970 metros de altura en la cima del monte Schilthorn en Suiza, el restaurante giratorio Piz Gloria y el centro de visitantes adoptó la temática de James Bond, el mítico personaje que protagonizó en ese sitio turístico varias de sus hazañas en el filme Al servicio secreto de su Majestad.
La experiencia de ir al baño va acompañada de efectos audiovisuales relacionados con James Bond. Por ejemplo, la chica Bond de turno, Diana Rigg, aparece en el espejo cuando los hombres se lavan las manos.
Los jueces elogiaron el estrecho vínculo entre inodoros innovadores y limpios con un diseño excelente.
Otro de los premiados por su originalidad fueron los baños públicos del Centro de Ciencias de Saskatchewan, de Regina, Canadá, renovados con un diseño inspirado en los bosques boreales del norte canadiense.
Hay imágenes del piso al techo del bosque profundo y audio de sonidos de pájaros y árboles, que recrean una atmósfera natural apacible, donde el viajero resuelve sus necesidades con profundo placer, sin temor a los osos, dijeron los jueces.
El premio a Mejor Colaborador Económico distinguió la iniciativa de la pequeña comunidad de Cummins, en la Península Eyre, Australia Meridional, que convirtió un inodoro de ladrillo rojo de la antigua estación de ferrocarril en un retrete público cómodo y atrayente.
Los turistas ahora buscan las salas de descanso, que cuentan con estatuas, mosaicos y pinturas que reflejan una época pasada más refinada de principios del siglo XX, que ahora beneficia a las empresas locales, con el flujo de visitantes.
El premio a Mejor Ubicación se lo llevó el Hotel La Jolla, de la colección Curio de Hilton, en Shores Drive, California, que ubicó baños de uso general para huéspedes en el piso 11, desde donde ofrece a sus usuarios una vista impresionante de la ciudad costera urbana de La Jolla y el Océano Pacífico frente a San Diego.
No son todos los premiados, ni los concursantes, pero la iniciativa de MyTravelResearch.com, revela de manera positiva la necesidad y el enorme potencial de los toilets que se ofrecen al viajero.
El asunto alcanza tanta relevancia que desde hace cinco años las Naciones Unidas reconoce el 19 de noviembre como Día Mundial del Inodoro, como un medio de estimular la atención y las iniciativas de utilidad pública.