El asalto mortal de COVID-19 a ITB Berlín 2020

08 de Marzo de 2020 8:08pm
Leonel Nodal
itb

Decenas de miles de profesionales del turismo vieron pasar la reciente semana, reservada a la cancelada ITB Berlín 2020, sin salir del asombro, sumergidos en la incertidumbre respecto al impacto final del coronavirus (COVID-19) en su paso arrollador por el mundo.

La feria líder de la industria mundial de viajes, esperaba recibir en su edición 54 a unos 100 000 visitantes profesionales entre el 3 y el 8 de marzo, así como a 10 000 entidades y  compañías de más de 180 países.

La clausura de ITB-Berlín 2020, apenas unas horas antes de empezar, resultó un mazazo jamás imaginado para una historia de éxito ascendente, que comenzó con cinco países y regiones participantes en 1966.

Desde entonces los primeros 250 visitantes profesionales  aumentaron a más de 114 000 y el espacio de exhibición se expandió de 580 m² a los 160,000 m² de hoy.
Rusia, el país más grande del mundo, se presentaría como el socio de convenciones y cultura, un destino fascinante gracias a su rico  patrimonio.

Desde aquel día, ya son cientos los eventos y reuniones nacionales e internacionales turísticos, culturales, deportivos y de otro género que fueron cancelados o aplazados, postergadas sin nueva fecha.

El turismo encabeza la lista de los sectores más afectados por esta epidemia, seguido de la industria, la automoción, la siderurgia, el petróleo y el textil, entre otros.

Según especialistas, lo que reina en los mercados es una incertidumbre absoluta sobre el alcance final del brote de  COVID-19 y su impacto en el crecimiento de la economía global.

La pasada semana todos los índices bursátiles del  mundo volvieron a despeñarse y cerraron su peor semana desde mayo de 2010.

Los efectos del coronavirus dejaron pequeña a la crisis de deuda soberana europea en 2008, recordaron analistas de mercado.

En cuanto a los Estados Unidos, Un estudio reciente reveló que Estados Unidos perderá alrededor de 1.6 millones de visitantes de China continental como resultado del coronavirus, cifra equivalente a una reducción del 28 por ciento respecto a 2019.

El efecto aniquilador del COVID-19 sobre ITB-Berlín todavía puede alcanzar a otros eventos venideros del sector, Una cancelación de ITB también puede extenderse a otros eventos como o WTTC Global Summit en Cancún, México.

Incluso a un encuentro universal que moviliza decenas de miles de viajeros internacionales, como los Juegos Olímpicos de Tokío, Japón, una de las naciones asiáticas, después de China, más afectadas por el coronavirus.

Los organizadores de las Olimpiadas niegan toda posibilidad de cambio y parecen abocados a una crisis de cálculo y conciencia semejante a la que abatió a los anfitriones alemanes de ITB-2020, resistidos a anularla hasta el último minuto.

A pesar de las pérdidas multimillonarias que provocaría la suspensión de un evento de tal magnitud, especialistas alertaban los graves efectos que tendría un encuentro de ese porte, en plena expansión del incontrolable covid-19.

Una lista de comentarios en una encuesta de una diario digital alemán destacó la opinión de Un lector de Milán, Italia, quien dijo: “Para mí, el brote en Milán es una consecuencia directa de la feria BIT (40 000 visitantes) celebrada días antes de detectarse el primer contagiado en esa ciudad.

El 25 de febrero, siete días antes de la apertura de ITB Berlín, se anunció la cancelación de Light + Building Frankfurt, una feria comercial internacional de tamaño similar,  que esperaba la asistencia de 220 000 visitantes comerciales y 2 700 expositores de 55 países, del 8 al 13 de marzo en Frankfurt, Alemania. Fue un bombazo que estremeció los cimientos de ITB-2020.

En Berlín todavía titubeaban. Solo de pensar en las pérdidas multimillonarias resultaba inconcebible cancelar la ITB.

Pero el dilema del costo humano se agigantaba por horas. Las autoridades alemanas debían optar entre los intereses corporativos o “el riesgo de cometer un error que podría perseguir al país por muchos años”, según advirtió el analista Juergen T. Steinmetz.

La decisión se tomó tras un análisis con con las autoridades de sanitarias de la ciudad y la palabra final la tuvieron los vecinos del barrio donde tiene sus predios la ITB, quienes exigieron  un control de salud, en varias etapas, a los invitados de China y otros países afectados, que sería extremadamente difícil de aplicar por parte de los organizadores.

La responsabilidad social se impuso. Por primera vez en sus 54 años de pujante historia, la feria turística ITB Berlín se vio impedida de abrir sus puertas ante el riesgo de servir como un difusor del mortífero virus en los más remotos destinos.

 

 

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