Fernando Compeán y la certidumbre sobre el retorno a la normalidad
Entrevista con Fernando Compeán, Presidente de SITE Capítulo México y director general del Meetings & Events Institute.
por Armando de la Garza
Con más de 40 años en la industria MICE, el mexicano Fernando Compeán es considerado uno de los pioneros y líderes del turismo mexicano. Es Presidente de SITE Capítulo México y actualmente dirige Meetings & Events Institute con las certificaciones de su creación: CIS, CMS, CCM y el certificado CES.
Sobre el comportamiento de la sociedad turística y el impacto del Covid-19, hablaremos en esta ocasión. ¿La recuperación será total, llegaremos pronto a niveles de normalidad?
Esa es una muy buena pregunta, dado que hace mucho no pasábamos una situación tan grave como esta. Pero lo que sí nos deja claro la historia es que luego de un tiempo el mundo olvida que existió y todo el mundo vuelve a su vida normal. Incluso no es porque no lo recordaran, pero ahora que entró esta pandemia, nadie sabría que existió la viruela que exterminó más de la mitad de la población indígena, con la llegada de los españoles a nuestro país.
Pero el virus H1N1 en el 2009 causó el cierre comercial-empresarial tres semanas solamente; ahora nos acercamos al quinto mes. Las cifras de cierres de franquicias comerciales son alarmantes, el 70 por ciento de las ofertas hoteleras en México han cerrado, va a ser muy difícil la recuperación ¿no?
Sí, sobre todo va a ser lenta. Creo que hemos pasado crisis económicas antes, crisis de salud, pero las dos juntas no las habíamos pasado con esa intensidad, sobre todo sin saber cuándo va a acabar.
Hay sucesos que cambian la forma de viajar y hacer turismo. Esta pandemia va a ser uno de ellos, pero ¿recuperaremos la confianza que ya hoy se ha perdido? El tema de acercamiento social es importantísimo para el turismo, coméntanos sobre esto.
Totalmente de acuerdo. Siempre he mencionado que somos seres completamente sociales, no podemos vivir aislados, al menos no por mucho tiempo. Si lo estamos nos afecta mental y psicológicamente, y es lo que está pasando ahora. Mucha gente se siente agraviada, impaciente, más irritables que nunca y esto provoca nuevos rebrotes en muchos países en el mundo.
Yo soy de los que piensan que no todo va a cambiar, como muchas personas están afirmando. Es un tema sobre todo de procesos, vemos que las medidas de seguridad se desarrollan en diferentes ámbitos donde se mueve el turista. Por ejemplo, en los cruceros, han dispuesto el uso de una luz ultravioleta que no daña al hombre, pero sí al virus. Y esto lo hemos visto muchas veces cómo se han cambiado los procesos de seguridad en los aeropuertos, aviones, asistidos por la tecnología. Definitivamente eso sí va a cambiar
Es usted un promotor de las ventas cara a cara sobre todo a través de las exposiciones. ¿Cuál es su opinión respecto a las diferencias que existen con las ventas online o virtuales y las que se realizan en físico?
Pues los encuentro cara a cara está en nuestra naturaleza, es algo natural pues estamos internamente programados para vernos, sonreir. Sí es cierto que ahora es necesario conservar nuestra distancia y lo vamos a seguir haciendo, hasta que llegue ese día en el que aparezca una vacuna definitiva. Hay muchos estudios que se han hecho en psicología sobre las personas aisladas mucho tiempo y los efectos que ocasiona en el cerebro y el desarrollo intelectual.
Ahora que mencionas ese tema, recuerdo perfectamente algunos eventos en los que nos veíamos más que a nuestra propia familia, pues en ellos se trata también sentir el cariño y ese calor que da solo el turismo. Creo que no se va a perder, el turismo es así de abierto, y pensar que no se va a volver a dar es imposible ¿es así?
Esto contradice a lo que muchos plantean que todo va a ser virtual, pero lo que sí te puedo decir es que cuando llegue la vacuna se perderá el miedo, vamos a juntarnos con más alegría que nunca.
El servicio va a mejorar, por la alegría de volver a trabajar de los meseros, de la hotelería, desde luego va a ver un entusiasmo, un renacimiento.
Es como cuando ocurrió la peste negra y llegó la época del Renacimiento, y ahí se dieron cosas extraordinarias. Es un tiempo que estamos pasando donde se viven los casos más para la naturaleza humana, y al mismo tiempo se percibe la bondad, la generosidad de todo el personal médico a cargo de salvar la vida de miles de personas. Entonces, pienso que una vez que la vacuna esté disponible vamos a salir a la calle para festejarlo.
Estamos todos inquietos para eliminar la amenaza del virus, va a ser sensacional, aunque va a tardar un poco por la crisis económica. Pero el espíritu humano que nos caracteriza de fraternidad, de hermandad, amistad, de hacer negocios cara a cara, pues creo que va a regresar.