Muertes por incendios forestales en Valparaíso sobrepasan el centenar
El número de víctimas mortales de los voraces incendios forestales en el centro de Chile ha sobrepasado las 100 personas, lo que ha llevado al Presidente Gabriel Boric a declarar el estado de emergencia.
Mientras los equipos de búsqueda y rescate peinan los barrios devastados, Boric ha advertido de que se espera que el número de víctimas aumente significativamente.
Los incendios, que se han visto exacerbados por una intensa ola de calor estival con temperaturas que han alcanzado los 40 grados centígrados, siguen constituyendo una amenaza en la región turística costera de Valparaíso.
El organismo encargado de la gestión de los cuerpos de las víctimas ha informado que se han recibido 112 personas, de las cuales 32 han sido identificadas. El Presidente Boric, tras realizar un reconocimiento aéreo de la región afectada, declaró que ésta ha sido la catástrofe más mortífera en Chile desde el terremoto y el tsunami de 2010, que se cobraron 500 vidas.
Bomberos, militares y voluntarios, unos 1.400, combaten sin descanso las llamas en las regiones del centro y sur del país, con la ayuda de 31 helicópteros y aviones. No obstante, el servicio nacional de desastres, SENAPRED, ha informado de que los incendios han consumido ya unas 26.000 hectáreas de terreno.
Mientras las autoridades trabajan diligentemente para contener las llamas, la ministra del Interior, Carolina Toha, ha afirmado que se trata sin duda del peor incendio de la historia de Chile.
Los incendios han causado un caos generalizado, provocando el cierre de las principales carreteras y la imposición de un toque de queda. Las condiciones meteorológicas siguen siendo difíciles y se han emitido órdenes de evacuación para los habitantes de las zonas vulnerables.
Los informes de las regiones afectadas muestran un panorama desolador, con bloques enteros de casas reducidos a cenizas y cuerpos sin vida tendidos en las calles. Rodrigo Pulgar, de El Olivar, recuerda cómo intentaba desesperadamente ayudar a su vecino mientras su propia casa era pasto de las llamas. La intensidad de los incendios provocó una lluvia de cenizas sobre las zonas devastadas.
Mientras tanto, en Argentina, las brigadas siguen luchando contra un incendio que lleva arrasando el Parque Nacional de Los Alerces desde el 25 de enero, consumiendo más de 3.000 hectáreas de su belleza y biodiversidad.
