Un palacio sobre rieles valorado en $350 millones de dólares
Redacción Caribbean News Digital
Los viajes de larga distancia en tren parecían estar en vías de extinción hace unos años, pero muchas cosas han cambiado desde entonces. Este clásico estilo de viaje está resurgiendo, ya que los viajeros buscan formas más ecológicas de ver el mundo.
Actualmente se están preparando varios trenes y rutas nuevos, como el "tren de la Dolce Vita" de Italia, que recorrerá 10 rutas por los paisajes más conocidos del país, y los Midnight Trains, una próxima red de servicios nocturnos desde París a 12 destinos europeos diferentes.
Sin embargo, el diseñador francés Thierry Gaugain planea llevar la experiencia del viaje en tren a un nivel completamente nuevo con su último concepto, un tren de lujo privado hecho a medida para un afortunado y muy rico propietario.
Gaugain, que ha trabajado con el prestigioso diseñador Philippe Starck en innumerables proyectos, es conocido por sus impresionantes diseños de yates, entre los que se encuentra la embarcación Venus, de 80 metros de eslora, del cofundador de Apple Steve Jobs, pero éste es su primer intento de conceptualizar un tren.
Descrito como un lujoso "palacio sobre rieles", el tren de 400 metros de largo estará compuesto por 14 vagones y un cristal tan avanzado tecnológicamente que puede pasar de opaco a completamente transparente.
Gaugain considera que los viajes se han centrado más en la velocidad que en el propio trayecto, y ve el Tren G como un medio de transporte en el que los que van a bordo pueden divertirse tanto o más de camino a su destino elegido.
"Viajar no es cuestión de velocidad", dice. "Se trata de tomarse su tiempo, porque el tiempo es el único tesoro que tenemos".
Y no sólo el exterior del tren puede transformarse con sólo accionar un interruptor; los pasajeros también pueden cambiar "el ambiente interior del tren en cualquier sección en la que se encuentren".
Si quieren asegurarse del entorno exterior, pueden cambiar al modo transparente, pero si quieren crear sus propias vistas, pueden cambiar el cristal a opaco y crear prácticamente cualquier vista que deseen.
"El tren es un escenario", explica Gaugain. "Puedes cambiar la luz, la estación o el ritmo para cambiar tu relación con el tiempo".
Aunque un tren de lujo no parezca la transición más obvia desde los diseños de yates a los de motor, Gaugain cree que la idea se le ocurrió por primera vez cuando era niño, y explica que los trenes siempre le han fascinado.
"Hay algo fantástico en los trenes", explica, "hay muchas ideas románticas ligadas a ellos".
Pero Gaugain tenía en mente a una persona en particular cuando imaginó el Tren G, la multimillonaria Laurene Powell Jobs, viuda de Steve Jobs.
"Cuando me vino la idea a la cabeza, pensaba en ella como usuaria potencial", admite.
Todavía no ha encontrado un cliente y admite que quizá tenga que encontrar a "alguien tan loco" como él para comprar el tren. Su coste será probablemente de unos 350 millones de dólares y el proyecto tardará al menos dos años y medio en construirse.
Con espacio para unas 18 personas que pasen la noche en él, el tren G circulará a 160 kilómetros por hora y se adaptará para circular por las vías férreas de América y Europa.
Gaugain ha traído a bordo a varios expertos, como el constructor de trenes suizo Stadler, el fabricante de vidrio Saint-Gobain, la empresa de ingeniería británica Eckersley O'Callaghan y la compañía de seguridad Marine Guard, para asegurarse de que el diseño sea "factible".
El Tren G tendrá un jardín a bordo que permitirá a los pasajeros "explorar diferentes atmósferas y ambientes naturales". Pero también puede dividirse en dos si los que están a bordo deciden que quieren ir en otra dirección.
Los pasajeros entran por el vestíbulo de bienvenida, situado en el centro del tren, que conduce a su zona residencial principal, que incluye el alojamiento y el espacio de entretenimiento del propietario, así como una zona para invitados especiales, un salón social y un Gran Salón diseñado específicamente para recepciones.
