Ecuador: CULTOUR 2011, una feria que ayudó a mejorar el posicionamiento de Quito como destino cultural

Ecuador. Después de haber realizado sus primeras ediciones en Santiago de Compostela, España y en Colonia, Alemania, la tercera convocatoria de CULTOUR, la Feria Mundial de Turismo Cultural y de Patrimonio, tuvo por sede hace unas semanas  a la ciudad de Quito, donde se celebraron alrededor de 1.660 citas de intercambio entre expositores y compradores participantes en el evento, que podrían generar negocios estimados en unos 78 millones de dólares, según un informe de cierre de su comité organizador.

Reitera la nota que CULTOUR 2011 llevó a Quito y a Ecuador a 70 touroperadores y agentes de viajes de 24 países, no solo para reunirse uno-a-uno con los expositores de 12 naciones de las Américas, Europa y Asia que les mostraron su oferta de turismo cultural, “sino también para darles a todos la oportunidad de ver y experimentar las características y atractivos increíbles de la ciudad y el país sede, a partir de los fam-tours realizados antes y después del evento”.

En su relatoría sobre la cita recién concluida, GSAR Marketing, la compañía organizadora de estas ferias, refiere que cuando el año pasado, durante la celebración de MITM Americas 2010, le propuso al Sr. Augusto Barrera, Alcalde de Quito, llevar a cabo CULTOUR en esa ciudad, “éste se entusiasmó mucho con la idea y gracias a su interés en el proyecto, CULTOUR se celebró en Quito”.

“La idea, que el Alcalde entendió inmediatamente, era beneficiarse de la oportunidad de la capitalidad cultural de Quito trayendo a la ciudad un buen número de profesionales de viajes de todo el mundo, y dándoles la oportunidad de ver la gran oferta cultural de Quito y Ecuador. El Ministro de Turismo de esa nación, Sr. Freddy Ehlers, también vio las oportunidades y dio gratamente el soporte del Ministerio para CULTOUR”, detalla la nota.

Y CULTOUR 2011 fue todo un éxito, tanto desde el punto de vista de participación como de negocios realizados, pero sobre todo porque contribuyó a mejorar la visibilidad y el posicionamiento de Quito como destino cultural.

Esa feria volvió a confirmar su valor como herramienta para desarrollar un nuevo nicho de mercado, el del turismo cultural, que puede ayudar muchísimo en función de otro noble propósito: el mantener y proteger los tesoros del patrimonio cultural presentes en tantas ciudades del mundo.