El Caribe debe hallar la vía para seguir siendo competitivo a la par de sostenible y auténtico
“La pregunta que debemos hacernos es cómo podemos preservar lo que es auténticamente caribeño sin dejar de ser relevantes y competitivos en el sector turístico, y siendo además sostenibles”, afirmó la presidenta de la CTO, Beverly Nicholson-Doty, al dar la bienvenida a los asistentes a la Conferencia sobre el Estado de la Industria, que se celebra en Fort-de-France, Martinica, hasta el viernes.
Tras recordar el tema central bajo el cual se celebra esta edición de la State of the Industry Conference (SOTIC), “Perfeccionando la experiencia, ofreciendo autenticidad”, Nicholson-Doty consideró que un sector turístico vibrante requiere de una asociación firme pero flexible, inteligente, entre los sectores público y privado.
“Hemos enfrentado en este tiempo muchos retos: desde el lento crecimiento hasta el transporte aéreo impredecible y los onerosos impuestos, tanto desde fuera de la región como internamente, lo cual impacta en el costo de las vacaciones en nuestros países”, señaló, y apuntó que “también nos ha faltado la voluntad política para avanzar en nuestro programa regional de marketing y asegurarnos de seguir siendo competitivos como el destino cálido más buscado todo el año en el mundo”.
Al respecto, recordó que “tal vez nuestros competidores no igualan la belleza natural de nuestros destinos, pero muchos de ellos tienen los recursos y la voluntad de hacer que alcanzar nuestros objetivos sea aun más difícil”.
“Un mar, una voz, un Caribe” (One Sea, One Voice, One Caribbean), dijo la presidenta de la CTO, “no puede ser sólo un slogan amable que adoptamos cada vez que nos reunimos; debe ser una realidad estratégica del marketing de nuestra región si queremos sobrevivir a los agresivos esfuerzos que en esa área desarrollan los grandes destinos turísticos de todo el mundo”.
Destacó, además, que si el Caribe ha sido privilegiado con una rica cuota de recursos naturales, no es menos cierto que alientan en él también grandes reservas de “creatividad, energía, visión y entusiasmo”.
Sin embargo, acotó, persiste nuestra preocupación. ¿Por qué? Porque los caribeños somos grandes en el debate, en las canciones, pero lentos en la implementación”.
“De hecho, con poco tiempo de andadura Brand USA está muy por delante de nosotros, promoviendo un concepto que ya iniciamos en el Caribe. Lograron implementar en breve un concepto que hemos estado discutiendo por más de una década”, agregó.
Nicholson-Doty afirmó que en el Caribe hay pruebas de que cuando se ha implementado un programa de marketing conjunto, unido, los números de visitantes han escalado. “Desafortunadamente, parece que tenemos la voluntad de realmente trabajar juntos sólo cuando hay crisis”, lamentó.
Al respecto, alertó que el mercado global del turismo crece y cambia tan rápido que si el Caribe se queda atrás “será mucho más difícil y caro ponerse al día”, corriendo el riesgo de perder terreno en una industria que se mantiene como principal baluarte económico de las islas, no sólo en términos de ingresos y empleo, sino también de multiplicación hacia otros sectores como la agricultura, a construcción o los servicios financieros.
En este punto, pidió a los gobiernos miembros de la CTO cumplir con sus obligaciones en tiempo. Esas demoras, advirtió, hacen más difícil mantener el interés de aquellos miembros que sí han honrado los compromisos relativos a su membresía y a las acciones y programas de marketing.
“No estamos pidiendo caridad, el apoyo al marketing regional es una inversión sólida en el desarrollo económico de nuestros países”, dijo.
“Podría pararme aquí y hablar sobre los servicios del turismo y hacer que todos dejaran este lugar sintiéndose bien, cómodos. Pero el hecho es que es tiempo de pasar de la plática, de estar tan incómodos que seamos obligados a actuar de cara a los retos que enfrenta la región más dependiente del turismo a nivel mundial”, advirtió.
La SOTIC, que abrió sus sesiones este miércoles en Fort-de-France, se extiende hasta el viernes haciendo hincapié en temas como la responsabilidad del turismo por sus vínculos con otros sectores (agricultura, construcción, etc.), los impuestos, el transporte aéreo, la sostenibilidad, el fortalecimiento de la marca Caribe, la emergencia de los BRICs y su impacto en la región, y el poder de crear experiencias inolvidables para los turistas, que generen vínculos emocionales y contribuyan a impulsar los índices de repetición.