Turismo residencial en el Caribe, nuevo filón inversor para hoteleros y promotores inmobiliarios españoles
El Caribe. El desarrollo turístico que intentan impulsar muchos países de esta región se ha convertido en los dos últimos años en el nuevo foco inversor de cadenas hoteleras, grupos turísticos y también promotoras y constructoras de Baleares y toda España
El espectacular crecimiento turístico ocurrido en la Riviera Maya o Cancún, en México, o en Bávaro-Punta Cana, en República Dominicana, en los últimos veinte años, y con excelentes resultados económicos, ha saturado en cierto modo la oferta de camas hoteleras, de ahí que las cadenas hoteleras Sol Meliá, Iberostar, Barceló y los grupos turísticos Globalia, Piñero, así como empresarios turísticos a título particular, y promotoras de Mallorca, principalmente, estén en estos momentos llevando a cabo desarrollos inmobiliarios para satisfacer la demanda creciente de viviendas lujo en todo el Caribe.
Segundas residencias
La compra de una segunda residencia en Florida, República Dominicana y el México caribeño es, en estos momentos, una alternativa inmobiliaria más para los potenciales compradores, ya que esta oferta va a crecer de forma considerable a lo largo de este año y en el 2009. Estadounidenses, canadienses y europeos son los principales demandantes de viviendas y chalets de lujo en esta zona.
Fuentes del sector inmobiliario apuntan que el mercado español, “está comenzando a comprar fuera porque se trata de una inversión segura, poco comparable a la que puedan hacer en este país. Los precios son muy competitivos y las expectativas de revalorización también resultan altas”.
Las mismas fuentes añaden que se trata de otro tipo de inversión, puesto el propietario de estas viviendas “las puede alquilar en aquellos períodos que no las disfruten, de ahí su alta rentabilidad”.
La globalización y el aumento de las rutas y frecuencias entre Estados Unidos, Canadá, España y resto de países de la Unión Europea, propicia que estas inversiones en el Caribe sean, en opinión de promotoras y constructoras, “una inversión segura, porque a la larga siempre será rentable, especialmente por la calidad de su construcción y ubicación privilegiada”.