La ciudad desplegará unos 85.000 militares y policías para Río 2016, el doble de los que actuaron en Londres 2012, pero hay dudas sobre su eficacia. Y muchos de sus habitantes aún en las zonas más turísticas se sienten inseguros.
La ciudad desplegará unos 85.000 militares y policías para Río 2016, el doble de los que actuaron en Londres 2012, pero hay dudas sobre su eficacia. Y muchos de sus habitantes aún en las zonas más turísticas se sienten inseguros.