Jamaica combina historia y turismo
Los viajeros que buscan sumergirse en un destino donde la historia cobra vida tendrán su lugar especial en Jamaica, con recorridos por reliquias arquitectónicas y leyendas cautivantes de más de medio milenio de exploración y desarrollo humano.
El destino de la isla ofrece puntos de referencia fascinantes para unas vacaciones memorables y educativas.
En Kingston se encuentra Devon House, una de las mansiones históricas más conocidas de Jamaica, que se transforma en visita requerida para aquellos que decidan experimentar la historia de la isla, a través de la perspectiva de un aristócrata.
Construida en 1881 por el primer millonario negro de Jamaica, George Stiebel, la majestuosa mansión exhibe la arquitectura del siglo XIX, conservada por más de un siglo.
Con muebles artesanales de caoba, antigüedades europeas, terrazas de estilo sureño y un gran salón de baile, Devon House transporta a los visitantes a una era de lujo barroco. La casa también incluye una biblioteca, una sala de juegos, grandes techos de Wedgwood y tragaluces exquisitamente tallados sobre las puertas, lo que le valió al sitio el prestigioso honor de Monumento Nacional.
Los huéspedes pueden hacer un recorrido, disfrutar de la gastronomía local, y refrescarse con algunos de los famosos helados Devon House I Scream, considerados entre los mejores del mundo.
Por otro lado, los turistas de todas las religiones pueden experimentar la Sinagoga Shaare Shalom, uno de los pocos templos judíos en la isla, y una de las cuatro "sinagogas de piso de arena" que quedan en el mundo.
Construida en el siglo XVII por descendientes de judíos que huían de la Inquisición española, la sinagoga, ubicada en Kingston, es un museo de la historia judía de Jamaica y puede albergar hasta 600 personas.
El piso de la sinagoga todavía está cubierto de arena, el mecanismo utilizado por los judíos sefardíes para amortiguar el sonido de las oraciones durante la Inquisición.
Port Royal, por su parte, poblada por los indios taínos antes de que fuera fundada en 1518 durante el dominio español, es una localidad que fue una vez la ciudad caribeña más grande y el centro de todo el intercambio comercial y de carga en la región.
Hoy en día, es un pueblo de pescadores a las afueras de Kingston y un gran destino para los viajeros que buscan echar un vistazo al pasado de Jamaica como centro colonial de exploración naval.
Port Royal atrajo a piratas de todo el mundo, ganándose el apodo de la "ciudad más malvada de la tierra". No se ha conservado mucho de la ciudad vieja para ver en tierra, ya que un terremoto de 1692 hundió varias edificaciones que se han conservado bajo el agua, lo que la convierte en uno de los ecosistemas marinos más vibrantes del Caribe.
También la histórica ciudad de Falmouth es uno de los más interesantes de Jamaica. Fundada en 1769, la ciudad tiene un mercado bullicioso y reliquias de la floreciente era de la industria azucarera de la isla.
Hoy, Falmouth es el mejor ejemplo de arquitectura georgiana preservada en Jamaica. Gracias a un proyecto de restauración concluido en 2011, los pasajeros de cruceros pueden experimentar el sabor de la Jamaica colonial durante su breve visita por tierra.
Destaca también Rose Hall Great House, en Montego Bay, que es uno de los lugares "embrujados" más famosos de Jamaica.
La mansión de estilo georgiano es la pieza central de la propiedad y fue construida en 1742. La historia sobrenatural asociada con la Mansión es la de la "Bruja Blanca" Annie Palmer, quien aprendió los ritos del vudú en Haití antes de mudarse a Jamaica.
Annie supuestamente asesinó a sus tres maridos, así como a muchos de sus esclavos, antes de que fuera asesinada por uno de ellos. Ahora, esta hermosa propiedad de 7 mil acres tiene vista desde arriba hacia el mar y aún captura la estética original de la arquitectura colonial del siglo XVIII, gracias a un proyecto de restauración llevado a cabo en la década de 1970, financiado por el empresario estadounidense John Rollins.
Se ofrecen recorridos nocturnos encantados en Rose Hall, donde muchos visitantes aún pueden sentir la presencia de la Bruja Blanca. Los golfistas también pueden vivir la leyenda jugando en el campo de golf White Witch, con vista panorámica hacia el Caribe.