Los boomers lideran el gasto turístico, pero el sector aún no se adapta a ellos

Viajan más, gastan más, pero el turismo sigue sin hablar su idioma. Aunque los viajeros sénior lideran el gasto turístico, aún enfrentan una oferta poco adaptada a sus necesidades y preferencias. El sector turístico continúa centrado en las generaciones más jóvenes, ignorando a un colectivo que, además de ser fiel, representa un motor económico cada vez más potente.
Según el Changing Traveller Report 2025, más de la mitad de los españoles planea viajar este año, dentro o fuera del país. Sin embargo, los datos del INE advierten que un tercio no puede permitirse unas vacaciones. En este contexto, parece claro que la principal barrera para viajar es económica, no generacional.
De hecho, los mayores de 65 años protagonizaron el 12 % de los viajes de españoles en el cuarto trimestre de 2022, según Statista. Y el IV Barómetro del Consumidor Sénior revela que casi 8 de cada 10 mayores de 55 años viajan por ocio. Además, ya lideran el gasto por viaje, superando a los millennials. Este colectivo genera el 60 % del gasto en España y contribuye al 25 % del PIB, según el mismo informe.
Más allá del estereotipo del turista del IMSERSO
Aunque aún se asocia al viajero sénior con los programas del IMSERSO, centrados en escapadas de bajo coste a la costa o destinos de interior en temporada baja, la realidad es más diversa y dinámica. “Se tiende a pensar que prefieren los destinos cercanos y organizados con presupuesto cerrado, pero también hay muchos interesados en viajes exóticos y de alto contenido cultural como Italia, Francia, Turquía o Japón, siempre que estén bien planificados y adaptados a sus estándares”, explica Pablo Díaz Luque, profesor de la UOC e investigador del grupo NOUTUR.
Qué buscan los boomers al viajar
Según el experto, los séniores huyen de las prisas, las multitudes y la impersonalidad. Prefieren alojamientos con atención humana, servicios personalizados y comodidades adaptadas. “No les agradan los apartamentos sin recepción o los baños sin adaptaciones. Están dispuestos a pagar más por una experiencia cuidada en restauración, alojamiento y guías”, apunta Díaz Luque.
Además de la accesibilidad, preocupan otros factores como la digitalización excesiva de los servicios turísticos, que puede convertirse en una barrera más que en una ventaja.
Una oportunidad aún desaprovechada
A pesar de su peso económico y creciente demanda, el mercado turístico aún no ha entendido del todo lo que mueve a este grupo. El reto está en dejar atrás los estereotipos y ofrecer propuestas de valor más inclusivas, humanas y personalizadas, que reconozcan la diversidad de motivaciones y expectativas entre los viajeros sénior.