¿Qué pasará con el turismo de verano?
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha desaconsejado a los consumidores que reserven vacaciones para la próxima temporada de verano, pues considera que no es una buena idea realizar ya las reservas para la temporada estival debido a la incertidumbre que reina a la hora de pronosticar sobre cuál será el estado de la propagación del Covid-19 y si se mantendrán las restricciones de viaje.
"Recomiendo esperar antes de hacer planes. Nadie puede hacer ahora pronósticos fiables para julio y agosto", afirmól la funcionaria a Tourinews,
Y es que a pocos meses de la llegada del verano y las altas temperaturas, ya muchos se preguntan si la pandemia de Coronavirus que azota al mundo será finalmente derrotada y podrán disfrutar de algunos viajes y atracciones de la época estival.
Ya la Semana Santa y la primavera se perdieron y las personas debieron pasarlas confinados en casa. Todavía la mayoría de los países a nivel mundial mantienen declarados confinamientos y cuarentenas tratando de evitar la rápida propagación del virus.
Las personas se cuestionan, ¿podremos viajar este verano? ¿se podrá al menos disfrutar de playas y piscinas?
Por su parte, El País refiere que la ministra de Industria, Comercio y Turismo de España, María Reyes Maroto, dijo que van a concienciar a la población de ir a destinos cercanos a sus domicilios y que este año el turismo será prácticamente nacional, sin cruceros o viajes en avión.
O sea los destinos de costa y playa no se verán prácticamente este verano, a pesar de que se conocen proyectos ya en marcha para controlar el distanciamiento social a orillas del mar.
Las aglomeraciones de personas seguirán siendo un problema este verano, por lo que si se abren algunos centros recreativos, se deberán tomar medidas para que la entrada sea limitada.
Ya en Italia, el primer ministro ha asegurado que este verano toca olvidarse de las playas, los aperitivos y los conciertos, según refiere el País.
Otra cuestión importante, ¿será real la teoría del calor y el fin del virus?
Carl Heneghan, director del Centro para la Medicina Basada en la Evidencia de la Universidad de Oxford, entrevistado por El País, refirió que el SARS-CoV-2 tiene una envoltura lipídica, como el virus respiratorio sincitial, lo que debería hacerlo más sensible a los cambios en la temperatura, en la humedad relativa y en la radiación ultravioleta. No obstante, todos los investigadores se cuestionan si esa sensibilidad será suficiente para detener la pandemia.
“Hay algunas evidencias que sugieren que el virus de la covid-19 podría transmitirse de manera menos eficiente en entornos con mayor temperatura y humedad”, indica el comité de las academias estadounidenses.
No obstante, se destaca que esta reducción en la eficiencia de la transmisión podría no conducir a una disminución significativa de la propagación de la enfermedad.
En una pandemia importa más el número de personas que se contagien que las oscilaciones meteorológicas, explican.
Ponen el ejemplo de la pandemia de gripe H1N1 de 2009, que comenzó en abril, en verano hubo menos casos y rebrotó en septiembre, todo ello fuera de la temporada de gripe habitual.
El equipo español de investigadores, explica el artículo de El País, trabaja en un análisis más sofisticado, que incluya otras variables ambientales esenciales, como la humedad, la radiación ultravioleta y la contaminación atmosférica, de conjunto con ingresos hospitalarios, los ingresos en la UCI y la mortalidad.
No obstante, aunque los datos del estudio todavía no son claros, se insiste en que las altas temperaturas no lograrán abatir la pandemia, por lo que las medidas de seguridad e higiene deberán ser respetadas en verano.