Turismo Om: destinos para meditar y desconectar
por Gabriela Sánchez
De nada vale descansar el cuerpo, si la mente no para de dar vueltas. La tregua al cerebro es cada vez menor en los tiempos actuales. No en vano se han generado fuertes tendencias comprometidas con la búsqueda de la salud mental. La contemporaneidad ha decidido llamar las experiencias turísticas diseñadas para fomentar la paz interior como Turismo Om. El concepto responde a la misma línea del turismo de bienestar o espiritual.
Coincidiendo con el Día Mundial de la Meditación, este 21 de diciembre, nos hacemos eco de estas dinámicas que optan por combinar vacaciones con retiros espirituales que integran meditación, yoga y mindfulness en entornos naturales. Te contamos sobre 5 destinos para disfrutar la desconexión al máximo.
Lago Atitlán, Guatemala: serenidad entre volcanes
Ubicado en las tierras altas de Guatemala, el Lago Atitlán es un lugar que regala tranquilidad y belleza natural. Rodeado de volcanes y pequeños pueblos indígenas, este destino acoge retiros espirituales centrados en prácticas de yoga y meditación, combinados con rituales de sanación y contacto con la cultura local. Su atmósfera mística lo convierte en un refugio perfecto para quienes buscan calma y renovación espiritual.
Ubud, Bali: el paraíso del bienestar
Conocida como la capital espiritual de Bali, Ubud es un destino icónico para el turismo Om. Aquí, los exuberantes paisajes de selva tropical, los templos antiguos y una cultura profundamente espiritual crean el entorno ideal para retiros de yoga, meditación y sanación. Por ello figura entre los favoritos para conectar con la energía interior.
Rishikesh, India: la cuna del yoga
A orillas del sagrado río Ganges, Rishikesh es mundialmente conocida como la cuna del yoga. Este destino ofrece una amplia variedad de ashrams, una suerte de templos hindúes para la meditación y retiros espirituales bajo guía especializada que invitan a la introspección y el crecimiento personal.
Lago Titicaca, Perú y Bolivia: conexión con lo ancestral
Entre Perú y Bolivia se extiende el Lago Titicaca, enclave místico vinculado a la mitología inca. Y es que este paisaje majestuoso de tres millones de años de antigüedad, además de ser el más alto del mundo, según las leyendas resulta un lugar sagrado al que regresarían los espíritus tras morir.
Por otro lado, las islas del Sol y la Luna, donde se encontraban antiguos templos sagrados. En ellos se ofrecen rituales de meditación y conexión espiritual que invitan a reflexionar sobre la relación con la naturaleza y las culturas milenarias.
Santiago de Compostela, España: una peregrinación consciente
Aunque con una dinámica diferente al resto, para muchos El Camino de Santiago supone un viaje espiritual hacia la conexión personal. Esta ruta milenaria culmina en Santiago de Compostela, no solo expresa esta filosofía en la esencia del recorrido sino por contar también con experiencias de yoga en plena naturaleza.